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13. MISA DE NAVIDAD

En la puerta de la Iglesia todos los fieles se reúnen para recibir al niño Jesús. Lo traer el sector Jesús de Nazaret.

Palabras de la responsable del sector:
Amigos todos, El niño Dios ha nacido en nuestras casas. Hoy le traemos la gran noticia que anoche a la media noche en nuestra comunidad se ha hecho presente el Dios con nosotros, Cristo el Salvador. A Él la gloria y el honor por los siglos de los siglos. Para todos una feliz Navidad. (Todos aplauden)
Canto: Tun, tun.
Los fieles van entrando y adoran al niño. Lo tocan y se hacen la señal de la cruz.
Luego los padrinos encabezan la procesión llevando al niño hasta el altar. Allí es recibido por María y san José que junto a los pastores y el Ángel hacen un círculo y lo acunan. Desde allí siguen la santa misa.

Monición de entrada:
Ha nacido el Señor de la vida,
que nos regaló el Padre Dios.
Que siendo tan pequeño
se nos hace salvador.

Ese niño tan chiquito
por fin ha llegado,
para que en pequeños pacitos
sea el Dios tan esperado.

Fue la espera,
de una estrella enamorada
que al ver al niño luz de vida
se detuvo en la entrada.

Vengan, vengan todos a mirarle
está lleno de ternura.
En sus ojos lágrimas de infante
que dice aleluya, aleluya.

Ritos iniciales…
Actos penitencial… Señor ten piedad
Se dice Gloria con campanas al aire
Oración Colecta Oremos: Dios nuestro, que de modo admirable creaste al hombre a tu imagen y semejanza, y de modo más admirable lo elevaste con el nacimiento de tu Hijo, concédenos participar de la vida divina de aquél que ha querido participar de nuestra humanidad.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Primera Lectura
La tierra entera verá la salvación que viene de nuestro Dios¡ Lectura del libro del profeta Isaías 52, 7-10
¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, al mensajero que trae la buena nueva, que pregona la salvación, que dice a Sión: «Tu Dios es rey» Escucha: Tus centinelas alzan la voz y todos a una gritan alborozados, porque ven con sus propios ojos al Señor que retorna a Sión. Diciendo en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el Señor rescata a su pueblo, consuela a Jerusalén. Descubre el Señor su santo brazo a la vista de todas las naciones. Verá la tierra entera la salvación que viene de nuestro Dios. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Del salmo 97
Repetimos todos: Toda la tierra ha visto al Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. Toda la tierra ha visto al Salvador.

El Señor hadado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia.
Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
Toda la tierra ha visto al Salvador.

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor.
Toda la tierra ha visto al Salvador.

Segunda Lectura Dios nos ha hablado por medio de tu Hijo
Lectura de la carta a los Hebreos 1, 1-6 En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas.
Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por medio del cual se hizo el universo.
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la imagen fiel de su ser y el sostén de todas las cosas con su palabra poderosa. El mismo, después de efectuar la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la majestad de Dios, en las alturas, tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más excelso es el nombre que, como herencia, le corresponde.
Porque, ¿a cuál de los ángeles le dijo Dios: “Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy?” ¿O de qué ángel dijo Dios: “Yo seré para él un Padre y él será para mí un Hijo?” Además, en otro pasaje, cuando introduce en el mundo a su primogénito, dice: “Adórenlo todos los ángeles de Dios”.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.

Canto…
Evangelio
Sacerdote: Lectura del santo evangelio según San Juan

Primera voz:
En el principio era la Palabra,
y la Palabra estaba ante Dios,
y la Palabra era Dios.
Ella estaba ante Dios en el principio.
Por Ella se hizo todo,
y nada llegó a ser sin Ella.

Sacerdote:
Lo que fue hecho tenía vida en ella,
y para los hombres la vida era luz.
La luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la recibieron
Vino un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Vino para dar testimonio, como testigo de la luz,
para que todos creyeran por él.
Aunque no fuera él la luz, le tocaba dar testimonio de la luz.
Ella era la luz verdadera,
la luz que ilumina a todo hombre,
y llegaba al mundo.

Primera voz:
Ya estaba en el mundo,
este mundo que se hizo por Ella, o por El,
este mundo que no lo recibió.
Vino a su propia casa,
y los suyos no lo recibieron;
pero a todos los que lo recibieron
les dio capacidad para ser hijos de Dios.
Al creer en su Nombre han nacido,
no de sangre alguna ni por ley de la carne,
ni por voluntad de hombre,
sino que han nacido de Dios.

Sacerdote
Y la Palabra se hizo carne,
puso su tienda entre nosotros,
y hemos visto su Gloria:
la Gloria que recibe del Padre el Hijo único,
en él todo era don amoroso y verdad.
Juan dio testimonio de él;
dijo muy fuerte: «De él yo hablaba al decir:
el que ha venido detrás de mí, ya está delante de mí,
porque era antes que yo.»
De su plenitud hemos recibido todos,
y cada don amoroso preparaba otro.
Por medio de Moisés hemos recibido la Ley,
pero la verdad y el don amoroso
nos llegaron por medio de Jesucristo.
Nadie ha visto a Dios jamás,
pero Dios-Hijo único nos lo dio a conocer;
él está en el seno del Padre
y nos lo dio a conocer.
Palabra del Señor…

Se dice credo…
Oración de los Fieles
Sacerdote: Oremos, hermanos y hermanas, al Señor que, siendo rico, se ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza: A cada petición respondemos: Ven, Señor, ven, Salvador.

Por la santa Iglesia, para que todos sus fieles vivan con alegría y anuncien con valentía el misterio del Hijo de Dios, único Señor y Salvador de toda la humanidad, roguemos al Señor.
Ven, Señor, ven, Salvador.

Para que los que buscan la verdad descubran el Evangelio y acojan con alegría la buena nueva del nacimiento del Salvador, roguemos al Señor.
Ven, Señor, ven, Salvador.

Por los que en estos días de Navidad lloran la ausencia de los seres queridos, para que no pierdan la esperanza de reencontrarlos en el Reino de Dios, roguemos al Señor.
Ven, Señor, ven, Salvador.

Por los que en otros años celebraban con nosotros las fiestas de Navidad y han dejado ya este mundo, para que contemplen en el reino eterno la faz gloriosa de Cristo, el Señor, roguemos al Señor.
Ven, Señor, ven, Salvador.

Sacerdote: Muestra, Señor, tu bondad al pueblo que te implora, y haz que los que celebramos con gozo el nacimiento de tu Hijo consigamos los bienes que te hemos pedido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Procesión las Ofrendas
Canto:
Misa normal…

Monición de despedida: Ya hemos sentido la fuerza de Cristo Eucaristía. Ya nos encontramos en la verdadera navidad. Dios con nosotros está presente ahora vayamos a contarlo a todos. Para ellos haremos una procesión con el Divino Niño Jesús y todo el pesebre viviente que nos acompaña. Es un día de mucha felicidad por eso hacemos una fiesta la fiesta de la llegada del salvador.

Oración…
Bendición…
Abrazo de paz…
Canto…