Sábado 2 de febrero. Presentación del Señor María de la Candelaria
Preparativos:
- En la calle paralela a la estación de Servicio Venezuela concentración
- Hora: 5:00 p. m. Adornar sitio de concentración. Set. Jesús de Nazaret
- Cada Sector reparte una caja de velas adornadas y en faroles a sus fieles
- Para los parroquianos del domingo s eles invita a traer su farolito con vela.
- El templo bellamente adornado. Resp. Renovación Carismática
- Colocar debajo del Crucifijo: Señor queremos ser luz comunitaria
- Repartir en la concentración cantos y hojas de meditación
- Preparar la leña y celebración en el estacionamiento Sector San Pedro
- Cantos. Sra. Laurelina y su grupo coral en armonía con Juan de Dios.
- Debe estar todo el pesebre viviente. Resp. Sra. Nancy Aray
Celebración:
- Ambientación: Sr. Francisco Lara
- Coro: 1. Tún, tún
- Monición 1: Amigos todos, sean bienvenidos a nuestra celebración. Jesús en brazos de su madre es presentado en el Templo como Luz de los pueblos. Con Simeón y Ana toda la expectación de Israel es la que viene al encuentro de su Salvador. Jesús es reconocido como el Mesías tan esperado, "Luz de las Naciones" y "Gloria de Israel", pero también "Signo de Contradicción". La espada de dolor predicha a María anuncia otra oblación, perfecta y única, la de la Cruz que dará la salvación que Dios ha preparado "Ante todos los pueblos".
- Monición 2: Hoy concluye la primera parte de nuestra programación parroquial. Habíamos iniciado suscitando en todos Un encuentro serio de amor con el Señor Jesús” Para ello habíamos motivado que Santa Ana, la Virgen y la Comunidad de Caigüire enamorados de Cristo el Señor. Insistimos en que todos debíamos haber hecho el ejercicio de ese encuentro personal con Jesús y que cada una de las reuniones en los sectores fuera de encuentro con el Señor. Hoy esa luz se nos revela y quiere, el Señor, luz de la comunidad, seguir con nosotros. Encendamos, pues, esa luz que nos une y nos bendice.
- Coro: 2. Niño Lindo
- Comienza la procesión…
- Llegados al sitio de la fogata (estacionamiento de la casa parroquial)
- Sacerdote: Oración de bendición de las candelas
Oremos. ¡Oh Dios!, luz verdadera, autor y dador de la luz eterna, infunde en el corazón de los fieles la luz que no se extingue, para que, cuantos son iluminados en tu templo por la luz de estos cirios, puedan llegar felizmente al esplendor de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.
- El celebrante rocía las candelas con agua bendita.
- Coro: 3.- Cantemos, cantemos
- El responsable enciende la fogata
- Monitor: Desde el 24 de diciembre empezamos a colocar en esa caja de regalo papeletas donde escribimos notas de obsequio para el Niño Dios. Eran regalos espirituales. Hoy colocamos esta caja en las brasas de esta fogata para que se quemen y como suave olor suban ante Dios para que bajen bendecidas y agradecidas por Dios.
- El responsable coloca la caja en el fuego
- Coro: 4. Fuego al cañón
- Procesión hacia el templo
- Celebrante: entona gloria
- Oración colecta: Dios todopoderoso y eterno, te rogamos humildemente que, así como tu Hijo unigénito, revestido de nuestra humanidad, ha sido presentado hoy en el templo, nos concedas, de igual modo, a nosotros la gracia de ser presentados delante de ti con el alma limpia. Por Jesucristo Nuestro Señor.
- Liturgia de la Palabra
• Malaquías 3,1-4: Ya llega el mensajero del Señor
• Salmo 23 El Señor, Dios de los ejércitos, es el Rey de la gloria.
• Hebreos 2,14-18 Jesús, un ser humano en plenitud
• Coro: 5. DE CONTENTO. Interleccional
• Lucas 2,22-40 Este niño será signo de contradicción “Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma. Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
• Predicación
- Monitor: Vamos a bendecir ahora los niños nacidos en el último año y a sus madres, las cuales hacen presente el Amor gratuito de Dios que nos regala la Vida ; así pues, invocando la bendición divina sobre ellos, toda la iglesia se une en alabanza a Dios, Señor y dador de Vida. Por favor acérquense las madres con sus hijos
- Celebrante. Oración de bendición
- Oh Dios, autor y protector de la vida humana, que has concedido a estas hijas tuyas el gozo de la maternidad, dígnate aceptar nuestra alabanza y escucha con bondad lo que te pedimos: Que guardes de todo mal a las madres y a sus hijos, que los acompañes siempre en el camino de la vida y que, a su tiempo, los acojas en la felicidad de tu morada eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.
- Sacerdote impone las manos a las madres y a los niños
- Oración de los Fieles:
• Celebrante: Que nuestra oración, hermanos, se eleve a Dios Padre todopoderoso por el bien de toda la humanidad a la que Cristo ha venido a iluminar con presencia.
• Lector: Por la santa Iglesia de Dios: que por la vida de sus fieles y el ministerio de sus sacerdotes haga brillar ante los hombres la luz de Cristo, Salvador de las naciones. Roguemos al Señor.
• Por los que rigen los destinos de los pueblos: para que defiendan la vida en todos sus momentos, y procuren el bien de los más débiles e indefensos. Roguemos al Señor.
• Por todas las familias: para que acojan el don de la vida como un signo de la bendición de Dios. Roguemos al Señor.
• Por las madres de familia: para que reciban en sus hogares el honor, la ayuda y la gratitud que merecen sus afanes por el bienestar de su familia.
• Roguemos al Señor.
• Por todos nosotros, iluminados con la Luz de Cristo, para que promovamos una "cultura de la Vida " que logre desterrar los fermentos del egoísmo y de la muerte. Roguemos al Señor.
• Por los que están al final de sus días: para que alcancen un tránsito feliz en la paz y en los brazos de Dios. Roguemos al Señor.
• Celebrante: Dios todo poderoso y eterno, que recibiste hoy en tu templo a tu Unigénito que se ofrecía por nosotros: Te pedimos humildemente que escuches nuestras oraciones. Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.
- Ofertorio
- Coro: 6. Preparen la mesa
- Liturgia eucarística. Todo como en el Misal
- Coro: Santo
- Coro (después de la consagración) 7. Noche de paz
- Coro: 8 La paz
- Coro: Cordero
- Comunión:
- Coro: 9. A ti te Cantamos.
- Ritos de Conclusión. Bendición Solemne
El Señor esté con ustedes
R/. Y con tu espíritu
• Dios fuente y origen de toda vida les proteja con su bondad. R/. Amén.
• Confirme su fe con su luz, robustezca su esperanza y aumente cada vez más su caridad. R/. Amén.
• Conserve a sus hijos, les de la salud del cuerpo, la sabiduría del entendimiento, y algún día podan disfrutar con ellos de la felicidad eterna. R/. Amén.
• Y a todos ustedes que están aquí presentes les bendiga Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. R/. Amén.
Coro: 11. La Jornada
Dramatización del evangelio
Sacerdote. El Señor está con ustedes. Lectura del Santo evangelio según san Lucas
Narrador 1: Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones.
Narrador 2: (mientras se escucha esto avanza por el centro el viejo Simeón) Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Narrador 1: (mientras se escucha esto aparecen en el altar José, María y el Niño)
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley,
El Viejo Simeón (Se acerca y toma al niño en sus brazos y dice) Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Monitor 2: Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
El Viejo Simeón: (Bendice al Niño y entregándolo a su madre dice) Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.
Monitor 1: (Mientras se escucha esto aparece la Viejita Ana ) Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
Sacerdote: Palabra del Señor.