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Para Animar la Eucaristía
   

Domingo 9 de marzo 5º de Cuaresma

Ven, Señor, en nuestra ayuda, para que podamos vivir y actuar siempre con aquel amor que impulsó a tu Hijo a entregarse por nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

Ezequiel 37,12-14 Les infundiré mi espíritu, y vivirán

Salmo 129 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa

Romanos 8,8-11 El Espíritu habita en ustedes

Juan 11,1-45 La reviviscencia de Lázaro “Las hermanas mandaron recado a Jesús, diciendo: "Señor, tu amigo está enfermo." Jesús, al oírlo, dijo: Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos: Vamos otra vez a Judea. Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta respondió: Sé que resucitará en la resurrección del último día. Jesús le dice: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto? Ella le contestó: Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo. Jesús sollozó y, muy conmovido, preguntó: ¿Donde lo habéis enterrado? Le contestaron: Señor, ven a verlo. Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: ¡Cómo lo quería! Pero algunos dijeron: Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste? Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa. Dice Jesús: Quiten la losa. Marta, la hermana del muerto, le dice: Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días. Jesús le dice: ¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Y dicho esto, gritó con voz potente: Lázaro, ven afuera. El muerto salió, los pies y las manos atadas con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: Desatadlo y dejadlo andar. Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él”

 

Pongamos atención: Las hormigas podrían invadir la cocina del ama de casa; el perro, morder a su amo, o el  león, matar al domador; pero a nadie se le ocurriría decir por eso que las hormigas, el perro  o el león habrían pecado. Pero en nosotros el pecado si tiene algo que decir y hacer. Desviarnos del amor de Dios. Por eso a Dios le importa tanto nuestras vidas. A él, si de alguna manera pueden  darle alegría nuestras alegrías y dolerle nuestros males; si podemos ofenderle con nuestro  desvío o agradarle con nuestra devoción es porque ya no somos unos seres cualquiera,  sino que formamos parte de su mismísima familia, porque somos hijos en su Hijo único.

Entonces, somos importantes para Dios.

Nosotros, el hombre podrá buscar por mil caminos su felicidad, pero no la encontrará más que en Dios y  su familia, su último destino.

Para ello necesitamos fe, pero una fe en la plenitud de la vida.

Cristo sabía…

  • Que su amigo Lázaro estaba gravemente  enfermo, pero que esta enfermedad no acabaría en la  muerte, sino que serviría para gloria de Dios.
  • Pero muchas veces perdemos la esperanza
  • Y por eso llamamos muerte a la enfermedad, al dolor, a la pobreza,  a todo aquello que conduce a la muerte física.
  • Sin  embargo Cristo la llama "sueño"; por eso va a despertar a  su amigo.

Pareciera que Jesús llega tarde

  • Sin olvidar que la muerte es fruto del pecado.
  • Muerte de la que  Cristo no nos puede resucitar sin nuestra propia voluntad. 
  • Hay muchos vivientes que andan como muertos, porque  les falta el Espíritu que da la verdadera vida.
  • Hay muchos  que soportan enfermedades irreversibles, que aceptan la  cruz del desprendimiento total, la muerte física, sabiendo  desde la fe que es camino de resurrección y de vida  eterna.
  • En la enfermedad de Lázaro llegó tarde.
  • Pues ya tenía Lázaro de muerto cuatro días.
  • Alguno de sus discípulos pensó que lo  único que podía hacer el Maestro era dar a sus hermanas  un conmovido pésame.
  • Al llegar Jesús llora. La fe no hace perder al  cristiano la auténtica sensibilidad.

Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.

Lo importante…

  • No es una vida breve o una vida larga.
  • Sino que es un tiempo para amar, para compartir
  • Se hace necesario que cada uno de nosotros sea una bendición para los demás.

El miedo nos paraliza

  • Miedo a: perder un sueldo, un empleo, un nombre, un prestigio, una popularidad…
  • Por miedo  a perder la vida... renunciamos a ser lo que somos, hombres libres, y nos vendemos como  esclavos: nos vemos constreñidos a llevar a cabo acciones injustas, degradantes, indignas. 
  • Somos muchos los que por miedo tenemos sellados los labios con oro, o las manos  atadas con amenazas, o seco de miedo el corazón.
  • Aunque haya suspiros: "Ah, si pudiese  hablar..., si yo dijese todo lo que sé...; si contase lo que yo he visto con mis propios ojos"
  • ¡Pero no hablaremos! Tenemos miedo. Mucho miedo. Miedo a todo. Miedo a morir.
  • Y  preferimos no pensar en la injusticia que sufre el prójimo.

Esta es la peor muerte. La muerte en vida.

Morir no es fin, más que para los opresores y para  toda opresión.

¿Por qué llora Jesús?

•  La de Adán: Lo había puesto en el camino de la vida y camina hacia la muerte.

•  La de Lázaro: donde se conmueve y llora. "Lázaro, sal fuera" "Yo soy la resurrección y la vida"

•  La de todos: pues allí se produce la muerte que el pecado obra en el  hombre, destinado a gozar de la vida de Dios.

De ahí que Cristo tiene que bajar a la muerte y a la sepultura, para así  poder dar vida a multitud de muertos.

La Resurrección

•  No se debe entender aquí como otra vida y ya.

"Ya sé que resucitará en la resurrección, el  último día" (Juan 11, 23-24)

•  Por eso la  resurrección no es un momento en el tiempo sino que es alguien.

"Jesús le respondió: "Yo  soy la resurrección" (Juan 11, 25)

•  Podemos sobrevivir más allá de la muerte

•  Pues hay un Dios que nos ama y no nos abandona nunca.

"El que cree en mí, aunque muera vivirá: y  todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?" (Juan 11, 25)

Observemos a Lázaro…

  • Sale de la tumba con pies y manos atadas.
  • Su rostro cubierto por un sudario.

Dios es el pan vivo

  • Fue la opción de Jesús, que vino para que tengamos vida, y vida en abundancia.
  • El que coma de ese  pan, no morirá para siempre.
  • Dichosos los llamados a esta cena.
  • Pero no olvidemos nunca  que ese pan es un pan que se comparte, un pan de comunión, de amor, de fraternidad. 
  • Porque es el cuerpo de Cristo que se entrega por todos y que nos incorpora a todos en una  misma esperanza.

Olvidar la fraternidad es quitarle sustancia a un Dios que se da y se come su propia condena.

Optar por la vida es la consigna

  • Es decir no a la muerte en cualquiera de sus formas,: no al aborto  provocado, no a la pena de muerte, no a la violencia asesina, no a una vida deteriorada en  su calidad, no al armamentismo, no a la imprudencia suicida y criminal, no a la depresión y  desesperanza, no a la contaminación y destrucción de la naturaleza.
  • Donde cada uno debe ver a los demás como un valor supremo.
  • Sí a una paternidad  responsable.
  • Sí a una distribución justa de los bienes de la tierra,.
  • Sí a un progreso que  mejore la calidad de vida.
  • Sí a los movimientos pacifistas y ecologistas.
  • Sí a la bondad de  las cosas.
  • sí a Dios, agua para la vida.

«Cristo lo es todo para nosotros.
Si quieres curar tus heridas, El es médico.
Si la fiebre te abrasa, El es la fuente de agua fresca.
Si te oprime el peso de la culpa, El es la justicia.
Si necesitas ayuda, El es la fuerza.
Si temes la muerte, El es la vida.
Si deseas el cielo, El es el camino.
Si huyes de las tinieblas, El es la luz.
Si buscas comida, El es el alimento.
Buscad y ved cuán bueno es el Señor;

Dichoso el hombre que espera en El. (San Ambrosio)


 
Cantos

1.- Amémonos de corazón

No de labios, ni de oídos(2)
Para cuando cristo venga (2)
Nos encuentre reunidos.(bis)

Un mandamiento nuevo os doy
Que os améis unos a otros (2)
Como yo os he amado (2)
Os améis también vosotros.(bis)

Como puedo yo orar
Enojado con mi hermano (2)
Dios no escucha la oración (2)
Si no me he reconciliado (bis).

Tu rebaño en ti confía
Y esperamos tu venida (2)
Para cuando cristo venga(2)
Nos reunamos con María.(bis)

 

2.- - T u que siempre nos perdonas, porque nos quiere mucho,

Tú que siempre nos perdonas, señor ten piedad.

 

Tú que siempre nos escuchas,
Porque nos quieres mucho,
Tú que siempre nos escuchas
Cristo ten piedad .

3.- Habla señor que tu siervo escucha,
Habla señor quiero oír tu voz
Habla señor dame tu mensaje,
Habla señor dime la verdad

4.- P or los niños que empiezan la vida,

Por los hombres sin techo ni hogar,
Por los pueblos que sufren la guerra
Te ofrecemos el vino y el pan.

Pan y Vino sobre el altar son ofrendas de amor

Pan y vino serán después

Tu cuerpo y sangre, señor. (bis)

Por aquellos a quienes queremos
Por nosotros y nuestra amistad,
Por los vivos y por los difuntos
Te ofrecemos el vino y el pan.

 

 

 

5.- Mientras recorres la vida

Tú nunca solo estás, contigo por el camino santa María va.
Ven con nosotros al caminar
Santa Maria ven(bis)

Aunque te digan algunos que nada puedes cambiar,
Lucha por un mundo nuevo,
Lucha por la verdad.

Si por el mundo los hombres
Sin conocerse van,
No niegue nunca tu mano
Al que contigo está

Aunque parezcan tus pasos
Inútil caminar,
Tu vas haciendo caminos
Otros lo seguirán.

 

 

 

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