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LA SANTA SEMANA SANTA

“Un tiempo de Dios para reflexionar y vivir la Pascua”

Domingo de Ramos
 
. Domingo de Ramos. MAS QUE UN VIVA, DIOS ENTRA EN EL

CORAZON DE LA HUMANIDAD.

Preparativos:

  • Equipo responsable. Sector Virgen del Valle y San Miguel
  • Buscar un sitio cercano para la bendición de los ramos
  • Fijar la fecha de ir a buscar los ramos. Comisiones
  • Repartir los ramos tres días antes del domingo por sectores y familias.
  • Buscar a los participantes en la escenificación.
  • Buscar el burro
  • Preparar el escenario para la escenificación y la bendición de los ramos.
  • Los doce apóstoles (Niños)
  • Pancarta: Conócelo y Ámalo para que entre en tu corazón.

Lugar: Calle trasversal de la

Hora: Hora: 8:30 a. m.

En el sitio: tener mesa con mantel blanco, agua bendita, un ramo especial para el sacerdote, carbón encendido, incienso, micrófono, la calle vestida con palmas, ramos, adornos de campo y en cada casa una cesta con frutas o alegoría de verdor.

(Estando todos los fieles en rededor se inicia la ceremonia de bendición de ramos.

 

Domingo de Ramos.

“Conócelo y ámalo para que entre en tu corazón.

Oración Colecta: Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad; concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo…Amén

Primera Lectura. No oculté el rostro a insultos, y sé que no quedaré avergonzado Lectura del libro del profeta Isaías 50, 4-7

Al Salmo responderemos 21, Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Segunda Lectura Cristo se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 6-11

VIDA, PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

  1. ( Locutor) En aquel tiempo uno de los doce, Judas Iscariote, fue a los sumos Sacerdotes y les propuso.
  2. (Primera voz) Que están dispuestos a darme si les entrego a Jesús.
  1. Ellos juntaron 30 monedas.

El primer día de los ázimos los discípulos prepararon la cena de pascua. Y mientras comían dijo Jesús.

3. (Jesús) Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar.

  1. Todos se miraron buscando quien seria y Judas preguntó.
  2. ¿Seré yo acaso?
  1. Jesús respondió.

3. Así es.

1. Durante la cena tomó el pan, pronunció la bendición lo partió y lo dio a sus discípulos, luego el cáliz invitando a todos a comer y beber en la alianza del perdón. Después de rezar marcharon al huerto de los olivos, allí Jesús dijo:

3. Esta noche será larga, todos caerán por mi causa.

  1. Yo no, jamás caeré señor.
  1. Jesús le replicó.

3. Antes de que el gallo cante tres veces me habrás negado.

  1. En ese huerto Jesús se retiró y les invitó a orar, era tanto el temor de Jesús que gritó.

3. Padre, Padre bueno si es posible aparta de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya.

1. Al regresar donde los discípulos, los encontró dormidos. Al instante apareció Judas con unos guardias y besando a Jesús lo entregó para que lo hicieran preso. Jesús es llamado a casa de Caifás, sumo Sacerdote donde lo condena por blasfemo. Pedro afuera seguía los acontecimientos y una criada le dijo:

2. ¿No eres uno de los discípulos del preso?

  1. El enseguida respondió:

2. Ni le conozco, ni se de que me hablas.

1. Al instante cantó el gallo y en silencio lloró amargamente. Ya por la tarde lo llevan a donde el gobernador Poncio Pilatos. Mientras tanto Judas entregó las 30 monedas y fue y se ahorcó. El gobernador le preguntó:

  1. Eres tú el rey de los judíos.
  1. Jesús le respondió.

3. Tú lo dices.

  1. Por esas fiestas el gobernador solía soltar un preso y la gente empezó a gritar.

4. (Coro) A Jesús no. Queremos que suelten a Barrabás.

  1. Pilatos, preguntaba.

2. ¿Y que mal a hecho?

  1. La gente gritaba más fuertes.

4. Que lo crucifiquen, que lo crucifique.

1. Entonces, Pilatos, hizo caso a la gente, azotó a Jesús y lo entregó para que lo crucificarán. Después de azotarlo, le colocaron una túnica y corona de espinas y le decían.

4. Salve Rey de los judíos y se burlaban.

  1. Con una cruz a cuesta empezó a caminar hasta el gólgota o monte de la calavera, lugar donde lo crucificaron. Allí lo clavaron a la cruz y junto a dos ladrones lo elevaron para que todos lo vieran. Desde el medio día hasta media tarde todo se cubrió de tinieblas para que Jesús gritara:

3. Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?

1. Al oírlo uno de los presentes tomó una esponja y lo llenó de vinagre y la dio a Jesús. Y Jesús, dando otro fuerte grito exclamó:

3. Padre en tus manos encomiendo mi espíritu.

1. Jesús exhaló el Espíritu. (Silencio)

1. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba a bajo, la tierra tembló. Al anochecer llegó un hombre, José de Arimatea y llorando a Pilatos le rogó que le entregara el cuerpo de Jesús, lo colocó en una gruesa manta en un sepulcro nuevo, rodó una piedra grande a la entrada de la tumba y se marchó. A la mañana siguiente, pasada el día de la preparación, un grupo fue y pidió a Pilatos que colocara guardias a la entrada del sepulcro por temor a que se robaran el cuerpo, por aquello de que resucitaría al tercer día. (Retirada en silencio)

 

 

 

 

Durante la Semana Santa , la Iglesia celebra los misterios de la salvación realizados por Cristo en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén y terminando con su resurrección de entre los muertos.

 

 

¿Qué es la Semana Santa   para la gente de hoy?

  • Para muchos un tiempo de descanso y de diversión.
  • Para otros un tiempo de parada del ajetreo cotidiano
  • Para unos pocos es el tiempo de reflexión sobre Jesús y su obra, sobre su vida y su final, camino de la resurrección.
  • Hoy la Semana Santa se vive en un contexto bien diferente a lo que era antaño, las expresiones de fe son hoy distintas, pero el contenido es el mismo.

¿Qué nos propone la Iglesia?

  • Al lado de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la meditación de su Pasión.
  • Nos movemos entre un Domingo de Ramos y una semana de pasión camino de la resurrección.

Esperaban

  • Los judíos esperaban un Mesías guerrero
  • Y Jesús entra como príncipe de la Paz.

Por eso

  • Estamos en Domingo de Ramos cuando entramos triunfalmente en la vida de los demás.
  • Cuando somos alguien para los otros.
  • Cuando el Evangelio no nos resulta pesado de llevar ni inconvenientes sus exigencias.
  • Es Domingo de Ramos cuando todos nos alaban y nos admiran
  • Cuando nuestra vida está llena de un sentido espiritual que es capaz de transmitir algo a los que nos rodean.

Los ramos bendecidos

  • Serán llevados a las casas como signo de la bendición de Dios, de su protección y ayuda.
  • Según nuestra costumbre, se colocan sobre un crucifijo o junto a un cuadro religioso
  • E ste olivo es un sacramental., es decir, nos recuerda algo sagrado.

Mucho cuidado

  • Con el folklore del ramo bendito que se lleva como talismán contra toda clase de desgracias.
  • El olivo queda entonces mucho más emparentado con la herradura o la cola de conejo que con el misterio de la salvación.
  • Por eso se da el contrasentido de que quien tiene algo más importante que hacer, encarga a quien va a la Iglesia que le traiga un ramo para protección de la casa.
  • O de aquel que porque está apurado, después de la procesión, regresa antes de que termina la misa.
  • Es más o menos como se uno le pidiese prestado el anillo de casamiento a alguien que es feliz en su matrimonio, pensando que con eso superará las dificultades que tiene en el suyo.

Definamos

  • El ramo que hoy llevamos a nuestras casas es el signo exterior de que hemos optado por seguir a Jesús en el camino hacia el Padre.
  • La presencia de los ramos en nuestros hogares es un recordatorio de que hemos vitoreado a Jesús, nuestro Rey, y le hemos seguido hasta la cruz, de modo que seamos consecuentes con nuestra fe y sigamos y aclamemos al Salvador durante toda nuestra vida.

 

 

Jesús sale una mañana de Betania. Allí, desde la tarde anterior se habían congregado muchos discípulos suyos. llegados en peregrinación desde Galilea para celebrar la pascua. Otros eran habitantes de Jerusalén, convencidos por el reciente milagro de la resurrección de Lázaro, que recordamos el Domingo anterior. Acompañado de esta numerosa comitiva, a la que se van sumando otros por el camino, Jesús toma una vez más el camino de Jericó a Jerusalén.

Las circunstancias se presentaban propicias para un gran recibimiento, pues era costumbre que las gentes saliesen al encuentro de los más importantes grupos de peregrinos para entrar en la ciudad entre cantos y manifestaciones de alegría. Jesús no presenta ninguna oposición a los preparativos de esta entrada jubilosa. El mismo elige la cabalgadura: un sencillo asno que manda traer de una aldea cercana.

El cortejo se organizó en seguida. Algunos extendieron su manto sobre el animal y le ayudaron a Jesús a subir encima. Otros, adelantándose, tendían sus mantos en el suelo para que el borrico pasase sobre ellos. Y al acercarse a la ciudad, toda la multitud llena de alegría comenzó a alabar a Dios por todos los milagros que habían visto: Bendito el Rey que viene en nombre del Señor! Paz en el Cielo y gloria en las alturas!

Jesús hace su entrada en Jerusalén como Mesías en un borrico, como había sido profetizado muchos siglos antes. Y los cantos de la gente son claramente mesiánicos. Esta gente llana, y sobretodo los fariseos, conocían bien estas profecías, y se manifiesta llena de júbilo. Jesús admite el homenaje, y a los fariseos que intentan apagar aquellas manifestaciones de fe y de alegría, el Señor les dice: Les digo que si estos callan, gritarán las piedras.

Con todo, el triunfo de Jesús es un triunfo sencillo. Se contenta con un pobre animal por trono.

Nosotros conocemos ahora que aquella entrada triunfal fue, para muchos, muy efímera. Los ramos verdes de marchitaron pronto. El hosanna entusiasta se transformó, cinco días más tarde, en un grito enfurecido: ¡Crucifícale, crucifícale! Que diferentes son los ramos verdes y la cruz. Las flores y las espinas. A quien antes le tendían por alfombra sus propios vestidos, a los pocos días lo desnudan y se los reparten en suertes.

La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén nos pide a cada uno de nosotros coherencia y perseverancia. Ahondar en nuestra fidelidad para que nuestros propósitos no sean luces que brillan momentáneamente y pronto se apagan.

Comencemos la Semana Santa con un nuevo ardor y dispongámonos a ponernos al servicio de Jesús. Tratemos de mantenernos con coherencia entre la fe y la vida.

Que nuestro grito de júbilo de hoy, no se convierta en el ¨crucifíquenlo¨ del Viernes.

Que nuestro ramos, que son brotes nuevos de propósitos santos, no se marchiten en la manos y se conviertan en ramas secas..

Caminemos hacia la Pascua con Amor

Por eso esta semana , vivamos la Semana Santa.

Vivir la semana Santa es acompañar a Jesús desde la entrada a Jerusalén hasta la resurrección.

Vivir la semana Santa es descubrir qué pecados hay en mi vida y buscar el perdón generoso de Dios en el Sacramento de la Reconciliación.

Vivir la Semana Santa es afirmar que Cristo está presente en la eucaristía y recibirlo en la comunión.

Vivir la Semana Santa es aceptar decididamente que Jesús está presente también en cada ser humano que convive y se cruza con nosotros.

Vivir la Semana Santa es proponerse seguir junto a Jesús todos los días del año, practicando la oración, los sacramentos, la caridad.

Semana Santa, es la gran oportunidad para detenernos un poco. Para pensar en serio. Para preguntarse en qué se está gastando nuestra vida. Para darle un rumbo nuevo al trabajo y a la vida de cada día. Para abrirle el corazón a Dios, que sigue esperando. Para abrirle el corazón a los hermanos, especialmente a los más necesitados.

Semana Santa, es la gran oportunidad para morir con Cristo y resucitar con Cristo, para morir a nuestro egoísmo y resucitar al amor