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LA SANTA SEMANA SANTA

“Un tiempo de Dios para reflexionar y vivir la Pascua”

7 de abril. Martes santo

Dios Todopoderoso y eterno, ayúdanos a celebrar los misterios de la pasión del Señor con tal fe y arrepentimiento, que podamos merecer tu perdón. Por nuestro…

Isaías 49,1-6 El Señor me llamó antes que yo naciera

Salmo responsorial: 70 En ti, Señor, he puesto mi esperanza

Juan 13,21-33.36-38 : ¿De veras darás la vida por mí? “ En aquel tiempo, Jesús, profundamente conmovido, dijo: En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará. Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba. Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús. Simón Pedro le hace una seña y le dice: Pregúntale de quién está hablando. Él, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: Señor, ¿quién es? Le responde Jesús: Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar». Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: Lo que vas a hacer, hazlo pronto. Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía. Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: Compra lo que nos hace falta para la fiesta, o que diera algo a los pobres. En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche. Cuando salió, dice Jesús: Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto. Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros. Simón Pedro le dice: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde. Pedro le dice: ¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti. Le responde Jesús: ¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces”

Uno de ustedes me traicionará

  • Toda traición causa dolor e incluso mucha división.
  • Pero en Jesús crecen los gestos de amor para ver como la evitaba.
  • Al final Judas dejó crecer demasiado el mal que había en él.

Jesús frente al pecado

  • Jesús no permanece indiferente.
  • Se conmueve por la ingratitud de los suyos.
  • Pero al arrepentirnos se llena de gozo.
  • Así también podemos entender el gozo profundo que Él siente cuando

“Hay más gozo delante de los ángeles de Dios por un sólo pecador que se arrepiente” (Lc 15, 7).

Todos comentamos la traición de Judas. Pero…

  • Nosotros. La de Pedro. La de todos.
  • ¿Cómo la enfrenta?
    1. dando oportunidad de arrepentimiento.
    2. Con entereza y firmeza en la oración.
    3. Con la convicción radical de haber dedicado su vida al servicio del reino del Padre y de entregar su sangre por esa causa.

Nada de fatalismo

  • Creyendo que eso iba a suceder así y no de otra manera.
  • Que Judas estuviera destinado desde el principio a traicionar a Jesús.
  • y que Pedro estaba predestinado a negarlo.
  • Suponerlo desconoce que Dios respeta sagradamente la libertad humana.
  • Aceptarlo es decir que somos marionetas.
  • Dios nos creó libres y punto. Eses es el riesgo.

La traición nos separa

  • El matrimonio es la respuesta al amor de un Dios enamorado de la humanidad.
  • Pero quien ha sido abandonado (a) sabe lo duro que es esto.
  • Y sobre todo si sigue amando.
  • Además, si sabe que el matrimonio no acaba con una traición.
  • Ya que es un compromiso para toda la vida.

“Hasta que la muerte nos separe”

El matrimonio

•  Viene de Dios.

•  Es Dios quien bendice el amor, que acompaña a los esposos, que sostiene en las pruebas.

•  También cuando hay traición, también cuando uno vive en soledad, abandonado, durante meses o años llenos de dolor.

•  El valor de una vida no está en el tener, en el brillar o en el recibir aplausos.

•  Una vida vale cuando es asumida desde el amor.

•  El amor a Dios y el amor al esposo que ha partido.

•  Sólo ese amor lleva a compromisos profundos, a fidelidades indestructibles.

Muchos deseos. Mucha esperanza

  • Cuando la traición ha logrado separar aquello que Dios había unido.
  • Pero quien permanece fiel, quien ofrece la mano y la oración por el esposo fugitivo, testimonia la grandeza de una vida llevada en silencio.
  • Quizá algún día llegue la hora del abrazo.
  • Quizá él o ella pida perdón, llame nuevamente a quien tanto ha sufrido.
  • Mientras, un corazón sufre y llora, brilla con la luz del amor fiel y sincero.
  • Hay algo muy grande y bello en el sacramento del matrimonio.
  • Algo por lo que vale la pena ser fieles, cueste lo que cueste, desde la ayuda de un Dios que no puede dejar sin premio el esfuerzo del esposo o de la esposa abandonada...

Sanando las heridas de la vidas

“No es justo” . “Ojalá no lo hubiera dicho nunca” “¿Perdonar? ¡Nunca!”

“Me siento tan culpable”.

  • Los problemas, las penas, las alegrías y las satisfacciones son parte de la vida.
  • Con la gracia de Dios, con la ayuda de los demás y con su propia valentía usted puede manejar las heridas de la vida

Enfrente la realidad

Aquel pianista, Janis, que gozó de fama, pero un día le diagnosticaron artritis en sus manos. En 1980 se dio cuenta que necesitaba ayuda médica y acepó que lo operaran. Sin embargo la cirugía le impidió seguir tocando el piano y Janis cayó en una seria depresión. La música había sido mi vida. Pero con el tiempo se dio cuenta de que podía escribir canciones y también enseñar. Y hasta llegó a ser un portavoz de la Fundación de la Artritis.

Gracias a un nuevo tratamiento médico, Janis puede tocar el piano otra vez, y con la pasión de siempre.

Hoy en día dice que ha tenido una vida extraordinaria. He sufrido mucho pero también he vivido enormes alegrías.

Y pudo enfrentar sus problemas gracias a que: vio que podía tomar decisiones, y estuvo dispuesto a correr riesgos; supo adaptarse a la realidad que no podía cambiar; apreció y agradeció las bendiciones que había tenido en su vida. Aférrese a la esperanza.

Juan Carlos de 17 años, tiene a su mamá muy grave. Todos los días le pide a Dios que sea un buen día. No le pido a Dios que el año próximo sea bueno. Voy día por día” Todo lo puedo en aquél que me fortalece. Filipenses 4:13

Será una semana santa si actuamos santamente.

mrivassnchez@gmail.com