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        El Triduo PascualEl Triduo Pascual se abre con el JUEVES SANTO un momento fundamental 
          para el Calendario Litúrgico y nuestra vida de cristianos, pues 
          en este día recordamos que Jesucristo es modelo de humildad al 
          lavar los pies de sus discípulos, recordándonos que Él 
          no vino a ser servido, sino a servir.
 En nuestros templos tendremos las celebraciones a las 6:00 de la tarde. 
          El Santísimo queda expuesto en el Monumento para la adoración 
          hasta las 12:00 de la noche y luego todo el viernes El Señor 
          Arzobispo preside la Santa Misa en el Santuario de Nuestras Señora 
          de Altagracia 6:00 de la tarde.
 Este ejemplo de Nuestro Señor se recuerda en el Jueves Santo 
          para subrayar la importancia que tiene la virtud de la Humildad en nuestra 
          vida de seguidores de Jesús. Tras el lavatorio de pies, el Jueves 
          Santo debemos recordar la Institución de la Eucaristía: 
          el Sacramento de Sacramentos.
 El jueves por la mañana se celebra la Misa Crismal en la catedral, 
          9:00 a.m. Llamada así porque en ella se hace la consagración 
          de los óleos que han de usarse para los sacramentos del bautismo, 
          confirmación u ordenación, mismo que puede usarse para 
          la unción de los enfermos.
 El Arzobispo es quien encabeza la ceremonia acompañado de los 
          sacerdotes de todas las parroquias y los representantes religiosos de 
          la localidad, además de los diáconos, ministros y seglares, 
          todos ellos representando la unidad y fraternidad de la Iglesia. La 
          celebración Crismal se concentra en el sacerdocio ministerial. 
          De los sacerdotes depende en gran parte la vida sobrenatural de los 
          fieles, solamente ellos pueden hacer presente a Jesucristo sobre el 
          altar convirtiendo el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo 
          y perdonar los pecados. Aunque éstas son las dos funciones principales 
          del ministerio sacerdotal, su misión no se agota ahí: 
          administra también los otros sacramentos, predica la palabra 
          divina, dirige espiritualmente. Además, ahí, se entregan 
          los aportes económicos recogidos en la campaña Compartir 
          dedicada a los Indigentes.
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