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1. La víspera de Pentecostés
2. Pentecostés


Misa de la llegada del Espíritu Santo

  • El templo ricamente adornado.
  • En las puertas servidores repartiendo la hoja dominical y colocando en el pecho a las personas un dibujo de una paloma y con el siguiente escrito. Espíritu Santo danos tu luz.
  • Además, la hoja de canto, la oración del Espíritu Santo y el saludo de bienvenida.
  1. Monición de entrada: (Esta monición se hace a tres voces y con tres micrófonos)

Primera voz: El Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad , es Dios. Verdadero Dios como lo son el Padre y el Hijo. Es el Amor del Padre y el Hijo.

Segunda voz: Cristo prometió que este Espíritu de Verdad iba a venir y moraría dentro de nosotros. "Yo rogaré al Padre y les dará otro Intercesor que permanecerá siempre con ustedes. Este es el Espíritu de Verdad que el mundo no puede recibir porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes saben que él permanece con ustedes, y estará en ustedes" (Jn 14, 16-17)

Tercera voz: El Espíritu Santo vino el día de Pentecostés y nunca se ausentará. Cincuenta días después de la Pascua , el Domingo de Pentecostés, los Apóstoles fueron transformados de hombres débiles y tímidos en valientes proclamadores de la fe; los necesitaba Cristo para difundir su Evangelio por el mundo.

Primera voz: Hoy, le pedimos al Espíritu Santo, que nos regale la luz para alumbrarnos y así poder caminar en la claridad del amor de Dios.

Segunda voz: Espíritu Santo, amor y presencia de misericordiosa, danos esa luz que tanto necesitamos para avanzar por la vida.

Tercera voz: Que la luz que pedimos, hoy, al Espíritu Santo, se a reflejo del querer vivir en la claridad para poder alumbrar a todos, y especialmente, a nuestra familia. Amén

  1. Canto de entrada: Ilumíname Señor

Ilumíname Señor con tu espíritu (3)

Ilumíname y transfórmame Señor

Y déjame sentir el fuego de tu amor

Aquí en mi corazón Señor (bis)

 

Conviérteme Señor con tu Espíritu (3)

Conviérteme y bautízame Señor

Y déjame sentir el fuego de tu amor.

Aquí en mi corazón Señor (bis)

 

Resucítame Señor con tu Espíritu (3)

Resucítame y conviérteme Señor.

Y déjame sentir el fuego de tu amor.

Aquí en mi corazón Señor (bis)

 

  1. Ritos iniciales: En el nombre del Padre… Acto penitencial. Señor ten piedad. Gloria…
  2. Oración colecta: Oremos: Dios nuestro que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa realizando entre los fieles la unidad y el amor de la primitiva Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.
  3. Primera lectura . Del libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 1-11
    El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse. En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en
    su propio idioma. Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: “¿No son galileos, todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua” (Silencio …) Palabra de Dios

 

  1. Salmo 103 Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya .

Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! La tierra está llena de tus creaturas.
Todos: Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.

Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra.

Todos: Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.

Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor.

Todos: Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.

  1. Segunda Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 3-7. 12-13

Hermanos: Nadie puede llamar a Jesús “Señor”, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. (Silencio…) Palabra de Dios.

  1. Secuencia

Ven, Dios Espíritu Santo, y envíanos desde el cielo tu luz, para iluminarnos.

Ven ya, padre de los pobres, luz que penetra en las almas, dador de todos los dones.

Fuente de todo consuelo, amable huésped del alma, paz en las horas de duelo.
Eres pausa en el trabajo; brisa, en un clima de fuego; consuelo, en medio del llanto.

Ven, luz santificadora, y entra hasta el fondo del alma de todos los que te adoran.

Sin tu inspiración divina los hombres nada podemos y el pecado nos domina.

Lava nuestras inmundicias, fecunda nuestros desiertos y cura nuestras heridas.

Doblega nuestra soberbia, calienta nuestra frialdad, endereza nuestras sendas.

Concede a aquellos que ponen en ti su fe y su confianza tus siete sagrados dones.

Danos virtudes y méritos, danos una buena muerte y contigo el gozo eterno.

 

•  Luego se invita a todos a leer en voz alta ¡Ven Espíritu Santo!

¡Ven, Espíritu Divino!
Ven, Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

 

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

 

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

 

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

 

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

 

  1. Canto: Dios está aquí

Dios está Aquí

Tan cierto como el aire que respiro.

Tan cierto como las mañanas se levantan.

Tan cierto como que le canto

Y me puedes oír

 

Le puedes sentir a tu lado

En este mismo instante

Le puedes sentir dentro de tu corazón

Le puedes contar ese problema que tienes.

Jesús está aquí

Y si quieres le puedes sentir.

  1. Evangelio. según san Juan 20, 19-23

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.

  1. Homilía. Sobre la luz que nos trae el Espíritu Santo

 

  1. Oración de los Fieles

Celebrante:
Hermanos, llega hoy a su plenitud el tiempo Pascual. Hace cincuenta días celebrábamos con gozo la resurrección del Señor, hoy celebramos la madurez y el cumplimiento definitivo de la Pascua. Pidamos a Jesús Resucitado que nos dé el mejor de sus dones: el Espíritu Santo. Digamos juntos:

Todos vamos a responder a cada petición: Envíanos tu Espíritu Santo.

    • Para que podamos amar a todos los hombres con generosidad, sin distinciones, sin hacer acepción de personas. Oremos.
    • Para que nos convirtamos al Evangelio, y viviendo el mandato del amor transformemos nuestra sociedad:
    • Para que en nuestro mundo sean realidad la convivencia, el respeto, la fraternidad y el amor desinteresado:
    • Para que los cristianos seamos instrumentos válidos para la evangelización, testigos de tu verdad y signo de la esperanza que no defrauda:
    • Para que podamos erradicar del mundo el egoísmo, la envidia, el rencor y la discordia de las familias, y la injusticia de los pueblos:
    • Para que seamos dóciles a la acción de Dios en nuestras vidas y dejemos que Él viva en nuestros corazones:

Celebrante:
Envíanos tu Espíritu Santo, y haz que su presencia activa en nuestra historia convierta los corazones a Ti y nos acerque a todos a la santidad a la que Tú nos llamas. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

(Se puede tener una procesión con las ofrendas)

  1. Canto de ofertorio. Te ofrecemos Señor.

Te ofrecemos Señor este vino.

Te ofrecemos Señor este pan.

Santo Espíritu ven a cambiarlos

en el cuerpo, sangre y vida del Señor.

 

Y cantaré, hosanna,

Sí, hosanna

Alabanzas a mi rey (2)

 

Te ofrecemos, Señor nuestras vidas

Te entregamos nuestra libertad

Santo Espíritu ven a cambiarnos

como cambia el pan y el vino en el altar.

 

  1. Oración sobre las Ofrendas

Señor, que el Espíritu Santo nos haga comprender mejor, según la promesa de tu Hijo, el misterio de este sacrificio y toda la profundidad del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

  1. Prefacio. El misterio de Pentecostés.

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón.

Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al injertarlos en Cristo, tu Unigénito.

Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, reveló a todos los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lenguas en la confesión de una misma fe.

Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo...

 

  1. Canto del Cordero de Dios.
  2. Comunión
  3. Canto de comunión

Si el Espíritu está aquí

Si el Espíritu está aquí hay paz.

Si el Espíritu está aquí hay amor

Si el Espíritu está aquí hay amor

Si el Espíritu se mueve.

Todo puede resolverse

Si el Espíritu está aquí está el Señor (bis)

Si el Espíritu está aquí hay libertad…

 

Si el Espíritu está aquí hay fraternidad…

Si el Espíritu está aquí hay amistad…

Si el Espíritu está aquí hay caridad…

 

Popurrí 1

Ven (3) Espíritu divino

Ven (3) Espíritu de Dios

Ven (3) Espíritu de Dios

Apodérate (3) de todo mi ser (bis)

Aquí se siente la presencia de Dios (bis)

Yo siento el fuego del Espíritu Santo (bis)

Yo siento gozo,

Yo siento paz

Yo siento el amor que mi Dios me da (bis)

 

Cuando el pueblo

Del Señor alaba a Dios

Suceden cosas,

Suceden cosas maravillosas.

 

Hay sanación, liberación

Y se siente la presencia del Señor (bis)

 

Aquí se siente la presencia de Dios (bis)

Aquí se alaba, se alaba ahora,

Se alaba a Dios a toda hora.

 

Aquí se siente la presencia de Dios (bis)

 

Estamos buscando un avivamiento,

Estamos buscando el poder de Dios.

El poder del Padre

Del poder del hijo

El poder del santo Espíritu de Dios (bis)

 

Dame fe, oh Señor,

Dame fe, dame fe,

Fe oh Señor yo te lo pido.

 

Porque hay cadenas que romper

Victorias que obtener

Cada día, cada hora, dame fe (bis)

 

Como las águilas

Los que esperan,

Los que esperan en Jesús (3)

 

Como las águilas (2)

Sus alas levantarán (bis)

 

Caminarán y no se cansarán y correrán

No se fatigarán

Nuevas fuerzas tendrán (bis)

Los que esperan,

Los que esperan en Jesús (bis)

 

Si confío, si confío en Jesús (bis)

 

Como las águilas (2)

Sus alas levantarán (bis)

  1. Oración después de la Comunión

Oremos: Señor, tú que nos concedes participar de la vida divina por medio de tus sacramentos, conserva en nosotros el don de tu amor y la presencia viva del Espíritu Santo, para que esta comunión nos ayude a obtener nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

(Se tiene un pequeño compartir)

  1. Monición de despedida

Dios ha estado y estará siempre en nosotros, porque su luz es nuestra luz. Gracias por habernos acompañado y tengan la plena seguridad, que el Espíritu Santo, si lo dejamos, actuará en beneficio de toda la comunidad que camina en el encuentro con los más lejanos.