| Personajes 
        de Venezuela | |
| MÁS 
        QUE UN RECUERDO. | |
| UNA 
        ORACIÓN A JOSE GREGORIO HERNANDEZ  | |
|  | “Hizo 
        de la universidad su novia donde la ama investigando y enseñando” | 
| Es 
        para mi una obligación cristiana y de un devoto dedicar este artículo 
        para dar gracias a Dios por estos 138 años del nacimiento del Dr. 
        José Gregorio Hernández acaecido en ese pueblo, Isnotú, 
        hermoso y entre montañas, bañado por las brumas y de admirable 
        belleza.  | |
| Es 
        una obligación cristiana porque Venezuela necesita, hoy más 
        que nunca, recoger la semilla que fue sembrada hace 500 años de 
        evangelización desde Macuro, pasando por Cumaná y abriendo 
        caminos por Santa Fe con los buenos Franciscanos, Capuchinos y Dominicos. 
        También la acción de un devoto, pues fue mi madre, que en 
        paz descanse, Doña Edilia, quien me enseñó a valorar 
        la obra tan bella del médico de los pobres que a lo largo de sus 
        días le fue manifestando su amor y tierna devoción. Además, 
        ella siempre nos refería las historias donde miles de curaciones 
        se le atribuían al Siervo de Dios. | |
| Hablar 
        de José Gregorio Hernández es reconocer la excelente personalidad 
        de un hombre dedicado por entero al estudio, a la oración y a la 
        caridad. Hablamos de un hombre de estudio que hizo de su vida un laboratorio 
        donde no ocultó de forma egoísta lo que aprendía, 
        pues en la Universidad Central de Venezuela a su regreso de Europa funda 
        las cátedras de Histología Normal y Patológica y 
        Fisiología experimental y bacteriológica. También 
        aquí se puede decir que fue el maestro de las investigaciones de 
        Rancel. Todos estos estudios y el poder compartirlos lo llevaron a entender 
        con claridad de cristiana medida que existían seres que sufrían 
        y necesitaban la mano amiga. Por eso lo vemos dentro del pueblo sanando 
        sus heridas y curando sus dolores. | |
| José 
        Gregorio significa para Venezuela y el mundo católico de un Siervo 
        de Dios que siendo Venerable es un hombre cristiano a carta cabal que 
        sirve de ejemplo para todos los profesionales, técnicos y personas 
        para evitar tanto materialismo donde la competencia y los apetitos económicos 
        son los que mandan. No hacen falta sabios, sería bueno que existan, 
        sino hombres y mujeres que den testimonio con sus vidas de la presencia 
        amorosa de Dios en cada uno de los seres que viven la caridad con maestría 
        y amor. | |
| Recordar 
        hoy, a 138 años de su nacimiento, a Dr. José Gregorio Hernández 
        es poder gritar con ánimo cristiano a Dios que nos ayude a levantarlo 
        a los altares. Es una necesidad casi obligante para darle rienda suelta 
        al amor y la devoción que cada uno de los venezolanos. Claro, tendré 
        que llamar la atención, muy seria y fuerte, a los que creen que 
        teniendo la imagen o el recuerdo de José Gregorio dentro de los 
        altares de santeros e inventar milagros que luego no se pueden demostrar. 
        Debemos recordar que para que cualquier persona difunta sea considerada 
        como santo necesita que la Santa Sede inicie sus estudios y vaya probando 
        todo el material que se ponga a la consideración de la Causa de 
        los Santos. Por tanto no es cuestión de jugar o fabricar datos 
        para medio mantener y luego dejar caer de las manos hasta que se haga 
        añicos. Por eso invito a todos, con respeto, a presentar al Señor 
        Arzobispo las pruebas de los posibles milagros y así encausar los 
        caminos para la santificación del venerable José Gregorio 
        Hernández. | |
| La 
        vida ejemplar del Doctor me hace pensar que fue descubriendo en su vida 
        la llamada de Dios a la respuesta seglar más que a la vida religiosa. 
        Pues, todos sabemos que perteneció con mucho fervor a los Terciarios 
        franciscanos y en Europa quiso entrar a la cartuja pero la enfermedad 
        se lo impide. Un ataque de pleuresía donde el bacilo de Koch gana 
        terreno No poder realizarlo no le amilanó, todo lo contrario, sus 
        visitas al Santísimo, sus oraciones profundas le hacen comprender 
        mejor la necesidad de ir en busca del enfermo y necesitado. A todo solía 
        decir: “se cumpla la voluntad del Señor” | |
| Es 
        aquí donde me quiero detener para que reconociendo sus méritos 
        de sabio, educador, médico no dejar a un lado la parte del creyente. 
        Religiosidad que le viene desde su hogar adornado de los valores de una 
        esmerada religión. Quiero dar constancia con un extracto de un 
        escrito de su propia mano: “Terminada aquella narración incomparable, 
        la comunidad entera conmovida entona el grandioso himno triunfal. “¡A 
        ti oh Dios, te alabamos, a ti, oh Señor, te confesamos…! 
        A ti los querubines y los serafines a una voz te aclaman sin cesar santo…”(Los 
        Maitines).  | |
|  
        Su figura menuda del recuerdo en sus pasos por la aulas universitarias; 
        de sus manos mágicas para acariciar y saludar a los enfermos; de 
        su sombrero que hace juego con su traje y su maletín humilde pero 
        lleno de la riqueza de la medicina se nos presenta a los 138 años 
        José Gregorio Hernández como modelo y amigo de grandes proyectos 
        a favor de los pobres. Que sea Dios Todopoderoso que ilumine a los que 
        estudiando su vida y sus dotes llenas del valor cristiano y humano para 
        llevarlo a los altares. | |
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