“Los aguinaldos comienzan con los taxistas.
Porque el Niño Jesús viene en taxi”

Queremos unirnos a ellos, a su familia y a todos los usuarios con el lema: Con dignidad. Delante de un volante. Lema que invita a preocuparnos del recto dominio de nosotros mismos, tanto más que del volante y del vehículo. Pensamos, con mucha seriedad, que el manejar debe hacerse con dignidad y responsabilidad donde la conciencia será siempre el mejor chofer.

Hay que saber manejar, querer el trabajo, pero jamás dejarse dominar por el ejercicio de la tarea delante del volante. Todo sabemos que un buen vehículo proporciona al conductor sensaciones de satisfacción y de euforia y de liberación de un horario pico donde una tranca le puede sacar de sus casillas. Además, de despertar en el conductor un instinto de autoridad y superioridad que le haga saltar a velocidades insospechadas y se olvide de contemplar que el producto del trabajo es la alegría del hogar y ese interminable desfile de árboles, paisajes y personas.

Dejar a un lado la dignidad es olvidar a su familia, el servicio que presta, los compañeros de ejercicio delante del volante y lo bello del poder manejar con alegría y responsabilidad. Entonces, el buen conductor es el que domina su vehículo, sin dejarse dominar por éste. Tener dignidad delante de un volante no es simplemente un consejo lleno de mucha razón, sino una norma básica de conducta, tanto para los conductores como para los que van de a pie. Cuando un conductor va a toda prisa nos está diciendo que está siendo dominado pro una máquina. De ahí que no le importe las normas de la circulación y la convivencia.

Jamás hay que olvidar lo bello de la vida, propia y ajena, regalo de Dios, demasiada valiosa para perderla por la imprudencia o la falla humana que no observa la paz y madurez al manejar. Estamos altamente inquietos por el alto índice de accidentes de tránsito donde, en su mayoría, son jóvenes, que pierden la vida. Por eso la necesidad de ir hacia una educación vial que debe iniciarse desde la formación inicial (Kinder)

Todo esto nos lleva a invitarlos a manejar como verdaderos cristianos que inspirados en Cristo Jesús “que pasó haciendo el bien” para que en cada volante deba estar presente la oportunidad para ejercer la virtud del bien y la prudencia.

El cristiano, en efecto, debe dejarse llevar siempre, no por los bajos instintos, sino por el Espíritu (Gálatas 5, 19-24)

Padre Marcelo Rivas Sánchez

Párroco ce la Iglesia Santa Ana de Caigûire