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Tema # 07 JESUS NOS REVELA LA VERDADERA VIDA
Todos tenemos una vida limitada: envejecemos, nos debilitamos y morimos. Pero, todos, aspiramos prolongar la vida. Esta aspiración que llevamos nosotros, no se explica sino porque Dios, autor de la vida y Creador nuestro que nos ha destinado a la inmortalidad.
Nuestra vida temporal es un regalo de Dios. Pero la vida eterna la recibiremos de Jesucristo si voluntariamente la aceptamos.

Iniciamos esta nueva vida por el bautismo, sacramento de la fe. Por él nos convertimos en nuevas criaturas porque el Espíritu Santo toma posesión de nosotros, nos libera del pecado con que todos nacemos (pecado original, tendencia al pecado) y nos hace hijos de Dios y hermanos de Jesucristo.
Jesús nos enseña con autoridad divina que si no nacemos por el agua y el Espíritu santo no podremos entrar al Reino de Dios, que es el Reino de la Vida Eterna (Juan 3,4-5)
Pero la vida nueva, que es eterna, no es una realidad que pertenece únicamente al futuro. Esta vida la recibimos y la tenemos desde ahora, desde el momentos en que aceptamos a Dios convirtiéndonos sinceramente y manera total. El cambio de vida y de actitud de quien se convierte aceptando la fe, es una respuesta seria, libre y definitiva de Dios que nos llama en Jesucristo a la vida Eterna
Lectura para reflexionar Juan 17,1-3
“Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede nacer un hombre si ya es viejo? ¿Cómo va a volver al seno de su madre para nacer de nuevo? Jesús le contestó: En verdad te digo: en que no renace del agua y del Espíritu Santo no puede entrar en el Reino de Dios”
 
Preguntas…
• ¿Cuáles son las semejanzas y diferencias más notables entre la vida nuestra y la de los demás seres de la creación?
• De qué manera se hace el nuevo nacimiento de que habla Jesús como necesario para entrar en el Reino de Dios?
• ¿En qué consiste la vida nueva que nos ofrece Dios en Jesucristo?
 

Resumen…
1. No es vana ilusión, nuestra aspiración a vivir eternamente.
2. Dios nos ofrece en Jesucristo la posibilidad de vivir eternamente, como lo deseamos.
3. Para vivir eternamente, tenemos que nacer a la vida de Dios por la fe y el bautismo.
4. Para el cristiano, la muerte no es la terminación de la vida, sino un paso para participar plenamente en la vida eterna que nos da Jesucristo.

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