Eclesiástico 3, 17-18. 20. 28-29 Hazte pequeño y alcanzarás el favor de Dios

Salmo responsorial: 67 Preparaste, oh Dios, casa para los pobres.

Hebreos 12, 18-19. 22-24a Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo

El tiempo no espera a nadie

• Dice un sabio griego: “No podrás bañarte dos veces en el mismo río”
• Hace poco estábamos en semana santa y celebramos la bendición del mar y ahora estamos en septiembre.

Dos parábolas

1. En la primera Jesús se dirige a los comensales a propósito del puesto que deben ocupar cuando son invitados
2. Y en la segunda se dirige a quien invita para que haga una buena elección de los invitados.

•  Aunque no hay lógica, ya que sucede y acontece que cuando somos invitados nos gustaría ser de los principales; y cuando invitamos nos gustaría hacerlo teniendo en cuenta la importancia de los mismos.

•  Recordemos que en la mesa se compartía amistad e ideas, y por eso tenía tanta importancia.

Aquí se nos propone la humildad

• La humildad ofrece dignidad a los otros
• Entonces, nos preguntamos: ¿Para qué?
• Bueno, recordemos que los primeros serán los últimos y los últimos los primeros.
• Está claro que un buen seguidor de Cristo debe ser excelente servidor.
• Mientras que el mundo está lleno de falsos. Jesús nos quiere servidores de verdad.
• Dios nos da ejemplo: siendo todopoderoso se ha hecho como nosotros.

Aspectos interesantes del evangelio

• Es un sábado la invitación
• A el asa de un fariseo ( no gozan de buen nombre en el evangelio)

Apliquémoslo a la vida cristiana

• Aquí todos, sin excepción, tenemos valor.
• Todos tenemos algo de positivo.
• Todos tienen algo bueno.
• Si el ser el primero me hace ser arrogante y sin misericordia, no es bueno.
• Si observamos la 2da parábola nos llama a que nos invitemos o compartamos nuestra amistad.
• Pero esa invitación debe hacerse con todos, pero de manera especial, con los más pobres.
• Solamente lo podrá hacer quien sea generoso de corazón.

La apariencia no es importante

• Dios nos quiere por lo que somos.
• Banquete que es encuentro, agradecimiento, generosidad. Reino de Dios.
• La obra de la misericordia se hace sin esperar recompensa.
• Observemos la 1era lectura donde la llave que abre al banquete de Dios es la humildad.

Todos los días hay un banquete muy cercano

• Con la familia.
• Con los compañeros de trabajo.
• Con los que venimos a la misa.
• Con los que se quedan encasa.
• Pero de forma muy especial con los que están fregados, los que están judíos
• Nuestra tarea es estar cerca y acompañarles.

Una vez

Que me tocó bendecir un local comercial leí este texto: “ Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos” Muchos de los invitados se molestaron, otros guardaron silencio.

Y hace dos días que fui a bendecir la entrega de unas sillas de ruedas. La gente presente al oír el mismo texto la reacción fue de alegría y júbilo. Los enfermos y la familia se alegraron por lo que estaban escuchando. Para ellos esta era una Buena Noticia, mientras que para los primeros era mala.

Recordemos que…

Existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero.

Nadie está mas vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

Además, nada nos llevaremos. Mas que lo que tengamos por dentro en el amor de Dios hacia los demás.

Oración después de la Comunión

Te rogamos, Señor, que este sacramento con que nos has alimentado, nos haga crecer en tu amor y nos impulse a servirte en nuestros prójimos. Por Jesucristo…

ASADO NEGRO A LO CARACAS

Se usa el muchcho redondo, por ser más blando. Se limpia y se lava. En un caldero grande se coloca aceite de maíz y cuandoe esté caliente se le grega azúcar morena y cuando caramelice se coloca a dorar el muchacho, de lado y lado. Se retira del caldero y allí se coloca cebolla, ají dulce, pimentón, cuando esté transparente se le agrega tomate, luego, vino tinto y agua, sal, pimenta y hojas de laurel. Se vuleve a colocar el muchacho y se deja cocinar hasta que ablande. Al estar se deja reposar, para cortarlo en rodajas. El liquido donde se cocinó el muchacho, se lleva a la licuadora y se mezcla. Se lleva otra vez al caldero y las rodajas se colocan por unos minutos. Si quiere que la salsa espece se le gerga un poquito de harina de trigo. Se acompña con arroz blanco y casabe.