Cuenta
y cuenta que algo queda… |
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Padre Marcelo Rivas Sánchez | |
CON
LA VERDAD POR DELANTE |
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El
águila, el cuervo y el pastor. |
Lanzándose
desde una cima, un águila arrebató a un corderito. La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse. Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños. Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo: - Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila. |
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Muchos
somos los que andamos por la vida descubriendo y quizás masticando
las verdades en un mundo que no termina de acomodarse, o mejor dicho que
se desacomoda en el vaivén de la vida. Esopo, ese gran contador
de cuentos y el más grande creador de las fantasías que
nos hacen pensar sonriendo y andando Esopo se supone que vivió
entre el 620 y el 560 antes de Cristo, y que fue un esclavo liberado de
Frigia. Fue un fabulista griego antiguo, que relató fábulas
personificando animales, y que fueron transmitidas en forma oral. Se supone
que no dejó textos escritos y poco se sabe de él, que en
épocas se lo tomó por un personaje legendario. Sus relatos
cortos con personajes en su mayoría de la fauna, dejaban una enseñanza
o moraleja explícita o implícita. Es decir que eran alegorías
morales. Con sus relatos que se conservaron por tradición oral,
logró la universalidad y su nombre perduró hasta nuestros
días. Estas fábulas fueron recreadas en verso por el poeta
griego Babrio aproximadamente en el siglo II antes de Cristo. El poeta
romano Fedro las reescribió en latín en el siglo primero
de la era cristiana. Las fábulas que conocemos hoy en día,
son versiones que se han reconstruido con las reescritas posteriormente
al fabulista griego. Éste ha inspirado e influido en escritores
que han desarrollado este tipo de literatura, como Jean de La Fontaine
en Francia, en el Siglo XVII, y Félix María de Samaniego,
en España en el Siglo XVIII. |
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La
lección de hoy es muy útil para estos tiempos de convulsión
donde todos queremos arrimar la sardina para su propio sartén.
Preocupante y hasta tedioso es observar como “muchos” sin
estar preparados, sin tener conocimientos ciertos en la materia quieren
hacerlo y hasta obligan a otros a realizarlo. Debemos recordar, siempre,
que para todo hay una mínima experiencia muy bien vista en nuestros
abuelos que con prudencia y dedicación se iniciaban sin caer en
lo ridículo y salir con las tablas en la cabeza. |
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Hoy
se nos propone o se nos presenta una nueva forma de ver las situaciones: |
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Cada
uno, desde su propia responsabilidad, está llamado al crecimiento
y a la mejora. Nadie se levanta para fracasar o por lo menos nadie debería
pensarlo. Todos tenemos, por ley, la visión positiva de la vida
donde la lucha cotidiana es factor indispensable para triunfar. Caer en
engaños y falsear la verdad no es bueno. Recordemos aquella buena
frase. “Cada cual se debe arropar con la cobija que tiene” |
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Pon
tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado,
no en lo que no te corresponde. |
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DIOSBENDICE@cantv.net |