Jeremías 20,10-13 Libró la vida del pobre
Salmo 68 Escúchame, Señor, porque eres bueno.
Romanos 5,12-15 La gracia desbordó sobre la multitud |
Mateo 10,26-33 No teman a los que matan el cuerpo “En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas. No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo. ¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo. A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos”
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Dios da la carga, pero da también la fuerza para llevarla
( Juan Pablo I)
El mundo ya no quiere discursos sino testigos (Juan Pablo II)
- Son muchos los que se desaniman y abandonan la práctica cristiana de la fe.
- Otros ni se sienten atraídos por la propuesta cristiana, a causa de la falta de testimonio de quienes nos decimos cristianos, más aún, católicos.
- Muchos de nosotros somos conformistas. Nos quedamos de brazos cruzados.
El verdadero cristiano se caracteriza por la perseverancia en las adversidades y en la persecución. |
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Jeremías
Al ser Jeremías fiel a la misión le ha traído enemistades, penas y angustias. Pero le salta el optimismo en medio de la tragedia para darse valor. El fundamento de este optimismo está en la presencia cercana de Dios que sale en su defensa en medio de los peligros y las amenazas. |
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El Profeta Jeremías
Es imagen viva de muchos de nosotros que, cuando nos hemos decidido a seguir a Jesús, se ven oscurecidos por la desilusión que produce demasiada carga. |
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Evangelio
Allí observamos a un Jesús lleno de oposición, intrigas, calumnias, amenazas donde tenemos que constatar que la persecución es el estado natural del cristiano.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos (Mateo 5,10) De ahí que les diga, por tres veces, “No tengan miedo” |
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¿Por qué no tener miedo?
• Porque “nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse” Pues todo alo hecho a escondidas será proclamado desde las azoteas.
• Porque los que persiguen a los cristianos “matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma”. Nuestra fe es una fuerza interior, profunda, que va más allá incluso de la vida física. “Hay que estar alegres y contentos, porque su recompensa será grande en el cielo” (Mateo 5, 12)
Porque todos estamos en manos de Dios, él nos ama y nos protege: “Hasta los cabellos de la cabeza tienen contados” y para él valemos mucho: “No hay comparación entre ustedes y los gorriones” |
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Pero, hay muchos miedos
- A las enfermedades, a la inseguridad, al crecimiento de los hijos…
- Los miedos pueden ser agudos o crónicos.
- Los miedos agudos son determinados por una situación de peligro extraordinario.
- Más peligrosos son los miedos crónicos, los que viven con nosotros, que llevamos desde el nacimiento o de la infancia, que se convierten en parte de nuestro ser y a los cuales acabamos a veces hasta encariñándonos.
- El miedo no es un mal en sí mismo. Sólo quien conoce el temor sabe qué es el valor.
La verdadera raíz de todos los temores es encontrarse solo. |
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Hay miedos que a todos nos enlazan
El miedo forma parte de la condición humana.
El temor a la muerte, a la pobreza, a la soledad, a la enfermedad, a la locura, el hambre, la locura, a la exclusión, al compromiso, al vacío existencial, acompaña al hombre.
Esa persistente amenaza de dolor es la raíz de todos los temores.
Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza del cielo se abre como una boca de muerto. Tiene mi corazón un llanto de princesa olvidada en el fondo de un palacio desierto. (Pablo Neruda) |
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Se propaga casi solo y lo deforma todo.
Anula, deprime, paraliza y acobarda.
Común a todos los hombres
Los seres humanos tenemos miedos. Incluso, convivimos con ellos.
Siempre habrá algo que nos haga zozobrar. |
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Somos muy frágiles
- Para ello, aceptar esa fragilidad.
- Muchos de los que firmaron tiene miedo a volver a firmar.
- Muchos de los que marcharon hoy se quedan en casa.
- Ante el miedo solemos escondernos.
- Decimos: “viene muy poca gente a misa” ¿Qué hacemos? Simplemente lo decimos, pero no actuamos. Huimos del compromiso.
- Actitud: el alemán que esconde al judío., el soldado que se niega a acatar órdenes aberrantes o el funcionario que no participa de una trenza corrupta.
Vencer el miedo es un riesgo. |
Cuidado con la angustia
- En aquella Venezuela rural había muchas enfermedades que no se conocían sus tratamientos y mucha gente murió. Entonces se decía: no había que tener miedo, sino cuidado. Es decir, era necesario tomar medidas. Sin duda, la publicidad tuvo en cuenta la diferencia psicológica entre angustia y miedo. Aunque se diga con frecuencia ‘me muero de un susto', no es el pavor el que mata, sino la ansiedad.
- Que no es otra cosa que la angustia
- Esa angustia se siente con el cuerpo. Me falta respiración, se acelera el ritmo cardiaco.
- La angustia es uno de los sentimientos más insoportables.
- Por eso, al tener miedo hay que contar con la valentía de reconocerlo (sólo los cobardes lo niegan)
- En nosotros, que somos más consumidores que ciudadanos, existe una tendencia a huir del miedo, aturdiéndose en el consumo. Sin embargo, esa es la peor de las evasiones, porque nos deja a merced de los peligros que nos rodean. En lugar de aplacarlos, los agranda.
Acepte los miedos de sus niños como reales. Diga por ejemplo: "La obscuridad algunas veces da miedo, ¿Necesitas una linterna? Estas frases le permiten a su niño(a) expresar sus miedos sin sentirse avergonzado. |
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| Plato Recomendado: |
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SENCILLA Y VIGORIZANTE CAZUELITA
Vamos a utilizar pulpo, (ya cocido) no bote el agua. Camarones, (enteros) calamares (cortados en trozos) Pepitonas (dejarlas cocinar bien para que ablanden y cortarlas por la mitad) y madre perla. Todo lo anterior se coloca en una parte del agua donde se cocinó el pulpo, con limón, cebolla, pimienta y sal. Luego se escurre y se comienza a sofreír cebolla, ají dulce, ajo, pimentón y al estar transparente se agrega las pepitonas, los calamares, el pulpo dejando que se doren y por último la madre perla y los camarones. Se adorna con perejil y se sirve con crujiente cazabe. |
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PENSAMIENTO
“ El miedo es tan peligroso que detiene la vida y la sepulta en lo más hondo y escondido ”
Padre Marcelo
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