Jer 23,1-6 Reuniré el resto de mis ovejas
Salmo 22 El Señor es mi pastor, nada me faltará.
Ef 2,13-18 El es nuestra paz”
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Mc 6,30-34 Eran como ovejas sin pastor “En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: Vengan ustedes solos a un sitio tranquilo a descansar un poco. Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces, de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma”
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Érase una vez un reino que era muy ruidoso
El chirrido de las máquinas, el estruendo de los cuernos y los gritos de las gentes lo llenaban todo y el ruido llegaba hasta los confines del mismo. Un año, el joven príncipe que había crecido en medio del ruido declaró que el día de su cumpleaños quería oír el ruido más grande del mundo. Publicó un edicto diciendo que el día de su cumpleaños, a mediodía, todos los ciudadanos de su reino se reunirían delante del balcón del palacio y durante un minuto gritarían con toda la fuerza de sus pulmones. En un rincón lejano del reino una mujer encontró el edicto ridículo y preocupante. Y dijo a su marido que mientras los otros gritarían, ella abriría simplemente la boca y haría como que gritaba. Se lo contó también a su mejor amiga y ésta a otra y a otra… Cuando llegó la hora señalada, el reino, por primera vez en su historia, se calló. Y el joven príncipe oyó por primera vez en su vida el canto de los pájaros, el murmullo del agua de los arroyos y el susurro del viento entre las hojas de los árboles. Y el príncipe lloró de alegría. |
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En Caigüire. En nuestras casas hace falta silencio
- Para contemplar la naturaleza.
- Para mirarnos a la cara.
- Para escucharnos.
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Pues vivimos
- En el reino del ruido. Ruido en las calles, en las casas, en los carros y en los corazones.
¿Cuándo es la última vez que experimentó la alegría de un profundo silencio? |
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Jesús en el evangelio invita a sus discípulos a un sitio tranquilo para descasar
- Tan necesario como el respirar es el tiempo de paz y oración, de quietud y descanso
- Todos necesitamos un lugar y un tiempo para descansar en Jesús, orar, escuchar y aprender de Jesús.
- Nuestra iglesia podría ser el área de descanso en el camino ruidoso de la vida.
Esta Eucaristía podría ser ese tiempo, corto ciertamente, para escuchar al maestro. |
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Por eso lo importante es…
- La mejor manera de conocer una persona es saber lo que hace en su tiempo libre.
- Saber quién eres cuando no haces nada.
- Por eso estamos en esta Eucaristía para descansar de nuestro trabajo y de nosotros mismos.
- Aquí recordamos todo lo que Dios ha hecho en la creación, en Jesús, en nuestras vidas…
Aquí descansamos en los brazos de Dios. |
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Descansar en Jesús es
- Abrir el corazón y dejar que Jesús Eucaristía entre.
- Escuchar a Dios en su palabra. Para aprenderla y vivirla.
- Dejando a un lado tanta obsesión por el trabajo, por el dinero.
- No es bueno el "stress", aunque sea espiritual.
- Necesitamos una cierta serenidad, y equilibrio mental y psíquico.
- ¿Desde cuándo no hacen un retiro espiritual?
- Además necesitamos tener paz, para transmitirla a quienes nos rodean.
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Formas de descansar
- Para una madre que durante toda la semana lleva adelante la casa y los hijos, descansar puede ser leer un buen libro.
- Para el estudiante, descansar después de sus exámenes puede ser practicar apasionadamente un deporte.
Para un padre, descansar después de un día fuera de casa, puede ser ponerse a jugar con sus hijos menores, o ayudarlos con sus tareas.
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Sin sentir lástima
- Debemos reconocer que muchos están muy lejos.
- Los lejanos necesitan ser acogidos, llamados.
- No son solamente los pobres, sino los que se esconden en sus preocupaciones.
- Son todos los que no comparten nuestra experiencia comunitaria.
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Entonces…
- Es el momento para llamarlos. Para invitarlos.
- Pero más que traerlos hay que darles testimonio y respuesta de nuestra fe.
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Para hacer esto se necesita
- Tomar conciencia
- Tener sentido de propiedad para con la Iglesia.
- Hacer mucha oración
3.1. En el silencio
3.2. Hacerlo con confianza en Dios
3.3. Saber que lo hacemos en la presencia de Dios.
Cada vez que te encuentres con el Señor “EUCARISTIA” dale gracias, pero con pocas palabras. En silencio total.
Dejando que Jesús nos instruya y anime. |
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Crema de pargo
En una olla colocamos las cabezas del pago con ají dulce, cebolla y ajo y dejamos que se haga un fumé (concentrado de caldo de pescado) Aparte en una olla colocamos agua, cebolla, ají dulce y al hervir, introducimos zumbí (plátano verde pequeño) y auyama en pedazos dejamos que esté medio blando y agregamos las postas (trozos de pescado) y los dejamos que se cocinen (No mucho lo suficiente) Sacamos el pescado sin dañarlo y llevamos todo eso a la licuadora, más el fumé y hacemos una especie de crema. Volvemos a la olla salpimentamos y agregamos maicena y una lata de crema de leche. Dejamos cocinar a fuego lento y esperamos que espese. Servimos acompañado con granos de maíz y perejil. Aparte se sirve el pescado con ensalada. |
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