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Con todo nuestro amor en Dios le saludamos y le abrazamos en un Dios que se hace parte de la humanidad

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Santa Ana, 26 de julio de 2006
 
La intención general del Apostolado de la Oración del Papa para el mes de noviembre es: "Para que en el mundo entero se ponga fin a todas las formas de terrorismo".
Su intención misional es: "Para que con el esfuerzo de los creyentes, unido al de las fuerzas vivas de la sociedad, se rompan las cadenas nuevas y antiguas que entorpecen el desarrollo del continente africano".
 
Enlaces a sitios de música religiosa
 
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NO ME MUEVE MI DIOS

No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiese infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
porque, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Anónimo

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HAY QUE CONTEMPLAR

Aprende a mirar mejor,
deja a un lado las miradas grises,
deja que el sol te presente
la realidad tan natural
del amanecer de cada mañana.

Hay que tener decisión,
coraje y valentía
para ser agua cristalina,
que se agita libremente,
llenando los espacios
de luz y de vida.

No te dejes envolver por las sombras
pues en ellas se esconde la maldad
que aplastan lo bello de cada día
ya que mirar no es lo importante
lo mejor es contemplar.

Risama 2004

 

Navidad - Navidad -Navidad -Navidad -Navidad -Navidad -Navidad -
1. Lo que no es la navidad
2. ¿Qué es la Navidad?
3. Navidad fiesta de la esperanza
4. Navidad fiesta de la sorpresa
5. Navidad un presente no un pasado.

6. Navidad: se puede empezar de nuevo
7. Navidad y Navidades
8. Navidad para un Sacerdote Cleretiano
9. Navidad en Belén
10. Poesías al Niño
11. Poesías al Nazaret
12. Misa de Víspera de Navidad
13. Misa de Navidad
14.
Carta al Niño Jesús
15. Linda Navidad

16. Abecedario para la navidad

17. A la Virgen de Navidad

18. Árbol de Navidad

19. Año nuevo, vida nueva

20. Cantos Navideños

21. Carta a los Reyes Magos

22. Carta al despuntar el año

23. Carta de Navidad a los niños

24. Carta de Navidad de un niño
25. En Esta navidad
26. En los días de navidad
27. Es tiempo de Navidad
28. MENSAJE DE NAVIDAD JUAN PABLO II

29. Poesías Navideñas

30. Anécdotas, Cuentos e Historias
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LA NAVIDAD ES DE DIOS. NO DEL CONSUMISMO

Desde niño siempre me pregunté ¿si los bodegueros, comerciantes y los que tienen negocios creen en la navidad? Porque, ellos siempre están ocupados en el hacer y vender; en el comprar y despachar; en el bajar de un camión y montar en un mostrador… Pero no sólo ellos, sino todos los que se agolpan en las calles angostas que dan entrada a los diferentes comercios. En aquellos que recorren, miran, acarician buscando el comprar para satisfacer el consumo navideño.

Muchos han olvidado lo que significa la Navidad : “presencia de Dios entre nosotros” Completamente olvidado por haber reducido este tiempo a gastar y derrochar dejando a un lado a un Dios que viene y está para amar, rescatar y abrazar a todos por igual. Es ese abrazo amoroso y paternal que nos coloca en el camino para encontrarnos con los demás, que son nuestros hermanos, y así poder compartir y sentir la alegría en dar que en recibir.

En Navidad todos conmemoramos en nuestras casas el nacimiento del Niño Jesús. Que viene a traernos el amor de Dios Padre. En ese amor es que la Navidad tiene su fuerza y poder. No en el tener o colocar la mayor mesa con comidas y bebidas. Ni mucho menos la cantidad de regalos que recibo o coloco debajo del arbolito. Se hace necesario que renovemos nuestra fe en la Navidad y le quitemos lo que no le pertenece. Nosotros, cómo de tanto celebrarla, le vamos agregando lo que no es y le quitamos lo que es.

Es muy triste observar como los comerciales y la publicidad se adueñó de la Navidad. Triste porque muchos cristianos caemos en esa tentación de reducir la navidad a las meras compras. Se corre un grave peligro de convertir a la Navidad en un ídolo, es decir, usurpar el lugar que le corresponde a Dios. Ídolo que se ha filtrado en nuestra cultura para dejar a un lado las más genuinas tradiciones. Para una muestra un botón: caemos en una conducta permisiva para que nuestros hijos vean la Navidad como lugar para regalos, estrenos, ropa, fiesta, dinero y una cantidad de cosas que vamos añadiendo y al añadir vamos quitando lo esencial de este bello tiempo.

No es navidad…

Si papá prefiere emborracharse para no mirar a la familia a los ojos

Si mamá le da más importancia al arreglo de las uñas y al tinte del cabello.

Si mi hermana busca por encima de todo la marca del pantalón

Si mi hermano se encierra en su mundo del celular a escribir y recibir.

Si mi hermana vuelve al recuerdo triste de su esposo que se fue con la otra.

Será Navidad

Si papá se llena de alegría abrazando a todos sin distinciones.

Si mamá se pinta del mejor color del amor para ser la madre que necesitamos.

Si la hermana luce el traje de la fiesta familiar

Si mi hermano se comunica en al verdad con todos.

Si mi hermana mayor acepta la realidad y se une más a la alegría del hogar.

Pareciera que el mundo que no quiere la navidad, se la ha robado. La ha secuestrado para invertirla, incluso para enfrentarla a la humanidad. Nosotros somos culpables pues nos hemos mantenido consumiendo y callando. Para ello bebemos a gusto, comemos a montón, nos regalamos hipócritamente y aplaudimos un tiempo al cual hemos vaciado de contenido en el amor y el compartir sincero.

No podemos olvidar que Cristo ha dejado el cielo y viene a salvarnos. Por eso es la hora de cambiar, de convertirnos y de reconocer que no es la puerta la que hay que abrir en navidad, sino el corazón que está arrinconado, saturado y olvidado por muchos. No podemos olvidar que es el tiempo más grande y hermoso de nuestra propia historia. Emmanuel, Dios con nosotros. Es el tiempo para cumplirse la profecía más amorosa de toda la sagrada escritura: Dios redimiendo a la humanidad y lo hace en base al amor, a la bondad y a su gran misericordia para con todos.

Caigamos en la cuenta que Jesús no merece este desprecio. Volvamos a Dios y démosle el lugar que le pertenece. Hay que preguntarle a Juan el Bautista, que hay que hacer para preparar su venida. La respuesta es: "El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene, y el que tenga comida, haga lo mismo". De esta manera entenderemos que no podemos estar esclavos del materialismo, del consumismo, del dios dinero , de la cultura del tener, del acaparar, del consumir. Prepararnos, entonces, sería, lo que va descubrir la verdadera razón de la Navidad para no colocarle una vela a Dios y otra al diablo.

Que Dios, fuente amorosa de todo bien, nos enseñe a valorar este tiempo y ha convertirlo en itinerario de paz en medio de una familia que necesita de nuestro mejor esfuerzo.