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            Is 43, 16-21  Miren que realizo algo nuevo  Salmo 125, 1-6  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.  Flp 3, 8-14  Todo es nada, comparado con el conocimiento de Jesús  |  
          | Jn 8, 1-11  Quien esté sin pecado, que tire la primera piedra “En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: -Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras: tú, ¿qué dices? Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: -El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra. E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio, de pie. Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado? Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo: -Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”  |  
          | El viejo sabio  Era un hombre santo que vivía muy austeramente, sólo comía hierbas y raíces. Su hermano murió y dejó una niña. No teniendo a nadie que la cuidara, se hizo cargo de su sobrina. Ésta crecía hermosa física y espiritualmente. Seguía a su tío, oraba con él y estaba llena de la gracia de Dios. Un día llegó a la cabaña un hombre deseoso de escuchar la palabra de Dios y de aprender a orar. Al ver a la joven quedó seducido por su belleza. En la ausencia del viejo sabio, que fue a visitar a un enfermo, el visitante ardiendo en la pasión de la lujuria violó a la joven. Ésta avergonzada y humillada huyó. Su tío la buscó y la buscó en vano. Hasta que un día supo lo que había pasado y que estaba trabajando de prostituta en una taberna. Se disfrazó de militar y se dirigió a la taberna. Cenó carne y bebió abundante vino y le dijo al dueño: Quiero estar con María. He hecho un largo viaje sólo por ella. Se la trajeron y la cogió por la cintura y coqueteó con ella que no lo reconoció bajo su disfraz de soldado. ¿Qué quiere?, preguntó María. Él le gritó: He hecho un largo viaje por amor a María. Luego mirándola a los ojos y muy bajito le dijo: He hecho un largo viaje por amor a María. Ella reconoció esta vez la voz de su tío, lloró amargamente y volvió a casa con él.    |  
          | Somos así  
              Hijos pródigos y Magdalenas Y ese tío anciano después de cincuenta años sin comer carne y beber vino, lo hizo aquella noche por el amor de María. Rompió el ayuno y la abstinencia por amor a María. Hizo el loco por amor a María. ¡Cuantas locuras no ha hecho Jesús por amor a nosotros! Del perdón del Padre al hijo pródigo al perdón de Jesús a la adúltera.  |  
          | Si meditáramos estos dos pasajes del evangelio perderíamos todos los miedos y complejos y volveríamos a la casa de Dios, a la familia de Dios, a la iglesia.  |  
          | La primera y la última palabra la tiene Dios  
              Dios nos conoce. Nadie se puede ocultar a Dios. Siempre estaremos delante del amor misericordioso de Dios. Ahí está usted, ahí estamos todos, con los miles de pecados. Hoy damos gracias a Jesús porque estamos frente a frente con Él.  "Feliz pecado que nos mereció tal Redentor", cantaremos la noche de Pascua.  |  
          | El pecado…  
              Nos descubre y nos hace encontrar a Dios. Pero no hace falta pecar para conocer a Dios. Nada de eso. Es cierto que el pecado cometido una y otra vez bloquea nuestra relación con Jesús, es como la tinta negra del pulpo que nos aísla, endurece el corazón, nos quita el sabor de las cosas de Dios y nos aleja de los hermanos y de la iglesia. Cuántos alejados, abandonados por el sexo. Muchos han matado su matrimonio, han abandonado a sus hijos y se han matado a sí mismos por el adulterio. Muchos jóvenes dejan la fe y la iglesia para vivir su sexualidad en libertad. Violaciones, abortos, embarazo precoz…  |  
          | La sexualidad  
              Es como el río. Un río bien encauzado es hermoso, útil y presta mil servicios a la zona que riega. Un río desbordado arrasa y destruye todo a su paso. La sexualidad desbordada y salvaje destruye matrimonios, familias, hijos a la intemperie, personas sin raíces y sin rumbo, sin Dios y sin amor verdadero. Hay que hablar con nuestros hijos. Darles ejemplo. Que triste es escuchar del papá, d el tío o el familiar decir: cuando fulano cumpla 14 años lo llevo donde las mujeres.  |  
          | En Dios colocamos nuestras vidas  
              Jesús es bueno pero no es tonto y no nos dice como la sociedad "todo vale". Jesús llama al mal “mal” y lo condena. a justificar nuestros pecados sino a liberarnos, a lavarnos y enseñarnos una manera nueva de vivir. Nos invita a hacer silencio y a mirarnos por dentro y vernos necesitados de su perdón. Señor, dame tu perdón y el perdón de los hermanos. Todo abandono de Dios es un adulterio, no sólo el acostarse con alguien. Para él nadie es adúltero/a. Todos somos purificados Nos dice el evangelio que no pudiendo tirar piedras por el peso de sus pecados, se marcharon empezando por los más viejos. Éstos no sabían nada de Dios. Si se hubieran quedado, habrían sido perdonados, pero se fueron con el peso de sus muchos pecados. Nosotros nos quedamos. Queremos escuchar de los labios de Jesús: Yo tampoco te condeno. Ve en paz. No peques más.  |  
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          |  | Pasta marinera  |  
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 | Sabemos que pasta no espera salsa, entonces hay que hacer primero la salsa. Tomamos un caldero grande y hondo, encendemos el fuego y dejamos calentar, luego el aceite y al notar que está botando humo agregamos cebolla, apio españa, ajo y bastante ají dulce. Lo dejamos dorar, para más tarde agregar tomate en cubos. Dejamos cocinar a fuego lento y enseguida agrego una lata de tomate pelado y licuado y un litro de caldo de pescado. Más tarde coloco las conchas, los calamares a fuego lento, coloco la pasta, revuelvo con cuidado y al estar, dejo reposar y sirvo con un poquito de perejil por arriba.  |  
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