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            Sabiduría 11, 22-12,2 Te compadeces, Señor, de todos, porque amas a todos los seres  Salmo 144 Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.  2 Tesalonicenses 1, 11-2, 2 Que Cristo sea glorificado en ustedes, y ustedes en él.  |  
          | Lucas 19, 1-10 El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido “En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Él bajo en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más. Jesús le contestó: Hoy ha sido la salvación de esta casa; también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido”    |  
          | Érase una vez un rey que mandó colocar una gran piedra en medio del camino.  El rey observaba a sus súbditos para ver si alguno la quitaba. Los ricos comerciantes y los cortesanos, al verla, simplemente daban un gran rodeo y seguían su camino. Algunos criticaban al rey por no tener limpios los caminos. Un día un campesino llegó con su carga al hombro, la dejó en el suelo y después de muchos intentos logró echar la piedra fuera del camino. Cuando volvió a coger su carga vio una bolsa donde había estado la piedra. La bolsa contenía muchas monedas de oro y una carta del rey que decía que las monedas de oro eran para el que quitara la gran piedra. Y aprendió, aquel día, que cada obstáculo en el camino de la vida es una oportunidad para mejorar nuestra situación  |  
          | Tenemos obstáculos  
              En la vida es una larga carrera de obstáculos. Hay personas que los evitan y hay otros que se enfrentan a ellos y encuentran su recompensa. Hay cristianos que piensan que es Dios quien tiene que quitar los obstáculos de su camino y hay otros cristianos que simplemente piden a Dios el valor y la fuerza para enfrentarse y vencer los obstáculos de la vida. Hagamos una lista de los obstáculos superados.  |  
          | Observemos…  
              Vivimos en una sociedad del placer sin frenos, de los derechos sin obligaciones, del dinero sin trabajar, del divorcio sin firmas, del amor sin rostro… Una sociedad cada día menos cristiana. Y en medio de ella tenemos que vivir en cristiano. Y ahí están los obstáculos que tenemos que superar. Y saben una cosa, esto no está nada fácil.  |  
          | Hoy domingo  
              Nos regalan algo mágico Desde Zaqueo para todos. Jesús está en Jericó, cerca ya de Jerusalén. Es la última etapa del último viaje. Y Jesús tiene que enfrentarse al último obstáculo de su vida: la pasión y la cruz. Un obstáculo grande superado con un gran amor. Jesús mira a Zaqueo y Zaqueo mira a Jesús. Es el encuentro, el flechazo, la casa abierta, la mesa compartida, la palabra escuchada, la conversión ansiada, la salvación ofrecida. El amor perdona. Comprende Y en ese amor se desprende una curiosidad por parte de Zaqueo. Quería ver a Jesús, ese hombre del que todos hablaban bien, que hacía signos maravillosos, que hablaba con autoridad, que era el nuevo profeta. Superó la poca estatura y sube al árbol.   |  
          | ¿Se imaginan un hombre de sesenta años subiendo a un árbol?  Jesús toma la iniciativa  
              Zaqueo, baja porque quiero hospedarme en tu casa. Y Jesús, el amigo de los que nadie ama, se hospeda en su casa y le da la salvación. Los pecados de Zaqueo, el gran obstáculo para ver a Jesús, también han sido superados. Jesús derriba, limpia el pecado para poder encontrarnos con él.  |  
          | Queremos ser como Zaqueo  
              Zaqueo fue un hombre con suerte. Y la aprovechó. Tuvo su oportunidad Tuvo sus obstáculos físicos y morales y los superó. Fue obra de Dios, claro, pero él no se cerró a la acción de Dios. Quiso ver a Jesús y se dejó mirar por él. En esas miradas nació el amor.  |  
          | Aquí estamos  
              En la Casa de Dios Es una casa donde los pecadores se encuentran con Dios. Debemos despertar. Sentir curiosidad. Pues el Señor nos va a decir: "Hoy quiero hospedarme en tu casa" Hoy Jesús quiere entrar en tu casa, en tu vida, en tu intimidad. Ábrele la puerta. Él ha venido a entrar en la casa de los pecadores.  |  
          | No olvidemos que…  
              
                Zaqueo entregó el dinero robado. Nosotros necesitamos confesarnos. Pedir perdón. Limpiar el alma.  |  
          | Arroz Jardín |  |  
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 |   Vamos a utilizar picados finamente zanahoria, vainitas, pimentón (verde, rojo, amarillo) Se blanquean, es decir, se pasan por agua hirviendo. Aparte calabacín, berenjena, ajo y apio españa. En sartén de teflón se le coloca un poquito de aceite y allí se fríe el arroz junto al calabacín, berenjena, ajo y apio españa. Para luego mezclarlo con lo demás, sal, pimienta y caldo de pollo. Se deja hervir y luego a fuego lento se deja secar.    |  
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