| Suscitaré un profeta y pondré mis palabras en su boca . Deuteronomio 18,15-20 morirá. Palabra de Dios.  Al Salmo 94 responderemos: Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón"  La soltera se preocupa de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos  Primera carta a los Corintios 7,32-35    | 
      
        | Marcos 1,21-28 Enseñaba con autoridad  En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios." Jesús le increpó: "Cállate y sal de él." El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen." Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.  Jesús tiene autoridad  
            Nos conoce. Nos ama. Está siempre disponible. Viene a nuestra iglesia y nos enseña.  En la historia de hoy vemos a Jesús en la sinagoga enseñando con autoridad y actuando con poder.  
            Muchos estamos enfermos Pero Jesús nos conoce Necesitamos que nos diga: Reprendió al espíritu malo y le dijo: "Cállate. Sal de él"  ¿Qué es esto?  
            Dios se hace presente y Dios trabaja con poder. Sólo Jesús conoce los espíritus oscuros que hay en sus corazones. Llámenlos: avaricia, odio, indiferencia, pereza, lujuria, crítica... Sí muchos oscuros espíritus viven dentro de nosotros.  Invitación a profundizar en nuestra fe a través de la oración y la escucha de nuestro contador de historias: Jesucristo.   Para nosotros los cristianos, Jesús es el Maestro.  
            Un Maestro que no sólo habla del Padre sino que habla como el Padre. Y habla con la autoridad de Dios porque está en comunión con El.  Existe el bien y existe el mal.  
            Vivimos amenazados. Unas de naturaleza social, otras personales. Vivimos amenazados por el miedo. El crimen y los robos que hacen que nos atrincheremos detrás de puertas blindadas. El mundo de la droga que encadena a la gente. Los embarazos adolescentes La violencia doméstica, el terrorismo, el racismo... A pesar de los adelantos técnicos, la calidad de vida es deteriorada por los miedos.    No podemos cerrar los ojos ni escapar de esta realidad.  El mal existe bajo mil ropajes y disfraces. Y la realidad es que no conseguimos derrotar el mal o los llamados demonios.  Alcohólicos Anónimos  Tiene un programa con 12 pasos. El primer artículo dice así: Nuestras vidas están fuera de nuestro control. Somos impotentes frente al alcohol.  El segundo añade: Hay un poder superior que puede ayudarnos plenamente.  Para nosotros  
            Religión de los 12 pasos, ese poder superior tiene un nombre: Jesucristo. Jesucristo nos dice: podemos ser liberados y podemos jugar un papel importante en la expulsión del mal de nuestro mundo y de nuestra vida. Jesús tiene que viajar a bordo y su autoridad será también nuestra autoridad y su poder será también nuestro poder. Amén.  Jesús  
            Se dedicaba por una parte a la oración, y, por otro, a su misión de predicar con palabras y con obras. Contemplación y acción. Oración y trabajo. Estar con Dios y estar con los hombres.     Nosotros decimos ¡No tengo tiempo!  
            Estamos ocupados con el trabajo del hogar, con el trabajo profesional, y con las innumerables tareas que llenan nuestra agenda. Con frecuencia nos creemos dispensados de la oración diaria. Realizamos un montón de cosas importantes, eso sí, pero corremos el riesgo de olvidar la más necesaria: la oración. San Francisco nos lo plantea así: “Hay que trabajar fiel y devotamente, sin apagar el espíritu de la santa oración y devoción, al cual han de servir las otras cosas temporales”  | 
      
        | Crema de Espárragos  Cortar los espárragos en trozos de 1 cm (½ pulgada).  Derretir 2 cucharadas de mantequilla con el aceite en una olla a fuego bajo y agregar las cebollas y el poro. Cocinar hasta que estén tiernas. Agregar los espárragos y sazonar.  Cocinar, moviendo durante 5 minutos aproximadamente. Agregar el caldo de pollo y cocinar a fuego lento, con la olla tapada, hasta que los espárragos estén bien cocidos (aproximadamente 20 minutos). Retirar del fuego y dejar enfriar 10 minutos.  Licuar toda la preparación hasta lograr una crema suave y regresarla a la olla. Agregar la leche o crema y rectificar la sazón. Si la sopa se quiere menos espesa agregarle más caldo. Llevar la sopa a hervir y agregar la cucharada de mantequilla restante. Agregar unas gotas de jugo de limón.  Cocinar las puntas de espárragos para la decoración en agua con sal durante 5 minutos o hasta que estén tiernos. Escurrir y separar.  Servir y decorar con las puntas de espárragos.  |