1 abril
Domingo de Ramos
Monición de entrada
La Cuaresma da paso al Domingo de Ramos, inaugurando así la Semana Santa. Y esta tradicional celebración, en la que se bendicen los ramos de olivo, nos recuerda, antes de introducirnos en el camino de la cruz y de la Pascua de Cristo, que Él es Rey: Un Rey que por amor y por la salvación de todos los hombres, da su propia vida. Como la muchedumbre en Jerusalén, vamos camino al encuentro de Jesús, Rey del Universo. Vivamos, pues, este acontecimiento y elevemos a Dios una plegaria para que su Hijo Jesucristo sea de verdad nuestro Rey y Señor.
Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad; concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.
No me tapé el rostro ante los ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado. Lectura del profeta Isaías 50,4-7
no quedaría defraudado.
Salmo 21 responderemos: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Se rebajo, por eso Dios lo levantó sobre todo. Lectura de la carta a los Filipenses 2,6-11
Marcos 14,1-15,47 Pretendían prender a Jesús a traición y darle muerte
Llegamos a otra semana santa y…
- Otro tiempo para descansar o cansarnos.
- Tiempo para divertirnos.
- Pero, para cuántos, tiempo de reflexión.
- Reflexión sobre Jesús y su obra, sobre su vida y su final, camino de la resurrección.
Una propuesta
- Junto a la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la meditación de su Pasión camino de la resurrección.
- Ignorar esto es perderse en diversión, playa, paseos, etc.
Ayer
- Esperaban un Mesías guerrero
- Un salvador guerrero que les protegiera.
Hoy
- Buen sol.
- Pocas olas.
- Precios solidarios.
- Que no nos pase nada.
La realidad
- Triunfaremos al entrar triunfalmente en la vida de los demás
- Cuando somos alguien para los otros.
- Cuando el Evangelio no nos resulta pesado.
- Cuando vivimos y hacemos que la vida sea paz.
Pero detengámonos
La Pasión y muerte de Jesús nos quiere decir muchas cosas a nuestra vida de cristianos de este momento que nos ha tocado vivir.
- A Jesús lo van a arrestar y luego lo van a matar.
- Le sigue un momento de alegría con perfume derramado y a renglón seguido la traición de Judas.
- La cena del Señor se continúa con la negación de Pedro desde donde se pasa a la oración en Getsemaní.
- De la oración pasamos al arresto y de allí al Sanedrín.
- Pilato y la sentencia de muerte de Jesús le llevan directamente a la crucifixión, a la muerte y a la sepultura.
No todo el tiempo es triunfo
- Hay momentos de cruz, de muerte e incluso de sepultura.
- El Evangelio de hoy se detiene aquí, en la sepultura, que es como el interrogante máximo del ser humano.
- Entonces cuál sentido tiene la vida y la muerte.
- Ser cristiano es también descubrir lo que Dios quiere para cada uno en cada momento y circunstancia.
La palabra cruz
- Nos lleva al Gólgota.
- Nada de simples espectadores.
- El amor no es un sentimiento, es una decisión, una elección.
- Nada es una repetición de actos ya diseñados.
- Jesús decide predicar y vivir de una manera peligrosa.
- Eligió el amor a nosotros.
- Decidió amarnos a todos y esta decisión le llevó a la muerte.
- Incluso Judas hizo su propia decisión.
- Y pudo tener mil razones para hacerlo.
- Pedro decidió negar al Señor, una decisión humana muy calculada y razonada.
- Poncio Pilato tuvo que tomar también su decisión. Y firmó la sentencia de muerte.
Ahora nosotros…
- A favor o en contra nuestra.
- A favor o en contra de apagar el Espíritu
- Si queremos estar cerca de Dios tenemos que elegir el amor.
- Y sabiendo que corremos el riesgo del sufrimiento y de la muerte.
Esta Semana Santa estamos invitados a tomar parte en el drama de Jesús, nuestro drama; no somos ni espectadores ni turistas, con Jesús somos los protagonistas de la historia de la salvación. Celebramos nuestra vida, nuestra muerte y nuestra resurrección.
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Aguacates rellenos con camarones
Lavar, secar y cortar por la mitad las paltas quitando el carozo. Vaciar llegando hasta la piel sin romperla.
Pisar la pulpa mezclándola con el jugo de limón. Condimentar con sal, pimienta y aceite, batidos aparte.
Cortar los camarones en trocitos, reservando algunos. Unirlos con salsa golf y mezclar con la preparación anterior.
Con la mezcla obtenida rellenar las cáscaras y adornarlas con un copete de mayonesa y dos camarones.
Servir sobre hojas de lechuga adornando el plato con rodajas de limón. |
